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-¿Eres capaz de entrar? -me pregunta TaeHyung

-Si, pero de querer... No estoy muy seguro de ello

Detrás de la puerta estaba el chico que a mi parecer, me había llenado de mentiras en una mínima de tiempo. ¿Cómo podría mirarlo a los ojos? Jungkook podía demostrarse fuerte inclusive con sus propios engaños, pero yo seguía siendo demasiado frágil ante cualquier acción de su parte. ¿A donde se fueron los desayunos con waffles? Todo me dio un giro, y no puedo simplemente seguir con mi vida, pues la persona que esta a una puerta de distancia tiene algo muy importante de mi. Y yo no me iría con ese vacío latente. No de nuevo.

A la mierda. Entrare y le reclamare por todo, pediré explicaciones y no voy a retener el odio y decepción que llevo dentro.

3...2...1... Cuando gire la perilla y todo pensamiento se hundió por el barranco. Sus ojos estaban aterrados como Mark en los días de tormenta, se veía tan frágil, tan temeroso del lugar en el que estaba. ¿Ese era el rostro de un traidor? ¿Son capaces esas manos de arrebatarle la vida a una persona? Me siento como un jodido iluso de tan solo pensar en su inocencia como la cosa mas acertada de todas, y me oprimía el corazón al ver que no aparecía ninguna vocecilla en mi cabeza diciéndome que todo eso que estoy viendo no es mas que un disfraz bien elaborado.

De nuevo estaba con la presencia del oficial Sehun, pero tan pronto como me vio hizo ademan de retirarse, y yo no me opuse.

-¿Qué estas esperando?

-¿Qué se supone que debo hacerte?-dije, porque la verdad es que el plan A se había hecho añicos desde hace un rato.

-Darme un buen golpe no me parece suficiente. Ni siquiera este lugar lo es

Gire un momento hacia la puerta que ahora se hallaba cerrada, y no había notado la falta de Tae hasta el momento. Todo se veía en pésimas condiciones. Las paredes manchadas y con humedad, el color gris en cada rincón, y eso era apenas lo que yo había visto. No podía imaginar la mierdilla de trato que Jungkook había estado recibiendo en tan solo dos días.

Si para mi dos días fueron un martirio, para el fueron el infierno en su punto de sutura.

-Entonces solo respóndeme. Ya no eres un niño -agacho la cabeza y yo proseguí con mi demanda- ¿La mataste?

-No

Un aire de calma acaricio mi interior, y aunque no podía tener por seguro que lo que me decía era cierto, creí en su palabra. ¿Me estaba arriesgando demasiado? Desde luego que si.

-¿Te la has follado?

-Si

Sabia la respuesta y ahora se había hecho un circulo de confirmación. No me mostré sorprendido, porque simplemente no lo estaba. Fue el hecho de que la respuesta saliera de sus labios lo que me ocasiono el pequeño ardor. Y me quemaba.

-¿Por qué lo hiciste? -dije con la voz hecha un hilo

-No lo se

-No lo se, no, si... ¿No puedes responderme mejor? ¡Mírame a los hijueputas ojos cuando te hablo!

Silencio. Fueron infinitos los cuatro segundos que tuve que esperar para darle una patada a la única silla vacía que había frente a el. Cálmate Jimin

El temor me tenia aprisionado desde los pies a la cabeza. Jungkook era inocente de el asesinato, pero todas las pruebas que habían lo tomaban a el como el principal y único sospechoso. ¿Qué pasa si lo toman como el asesino?

-Solo...No lo se. Todos estábamos ebrios esa noche ¿Me drogue? Ni idea.

-¿Te defiendes de esa manera tan mediocre? -dije con ira

-No me estoy defendiendo

Jungkook parecía anhelar la idea de quedarse encerrado en este lugar como una rata. No hacia falta ser un experto para ver que se sentía derrotado, y yo no sabia si apoyarlo o darle la espalda por su acto.

-Desperté junto a esa tal Rose en un cuarto de hotel. Tome mis cosas y me largue del lugar sin decir nada, ella ni siquiera me vio marcharme. Estaba dormida y...viva.

Me quede pensando por unos minutos. De la misma manera en la que Jungkook tenia pocas pruebas para defenderse habían para que lo culparan. Encontraron semen, pero de la misma forma no tenían cámaras. Estaba agradeciéndole a todos los dioses por hacerme elegir la carrera de derecho también.

-Tal vez si hubieras usado un jodido condón no estarías en estas -digo con tono burlón para aligerar el ambiente tenso que se había formado.

Jungkook se dejo reír por un momento, una risa algo amarga, pero que con solo dos días ya me estaba haciendo algo de falta. De un momento a otro el silencio volvió pero yo no fui el causante.

-No lo hagas -dice

- ¿Hacer que? -pregunte mientras recogía la silla del suelo y me sentaba en ella. El metal no se sentía tan frio a como me había hecho costumbre.

- Perdonarme.

-No lo hago. Pero tampoco quiero dejarte a tu suerte en este caos.

No estaba acompañándolo por lastima, mucho menos por el hecho de tener unos anillos entre el dedo. Lo hacia por voluntad propia y con el riesgo de que algo pudiese salir mal.

Mire de reojo la mano de Jungkook, pero ninguna tenia el anillo.

- Me han confiscado el día que me trajeron aquí. El policía de hace rato fue muy amable cuando ignoro que lo escondí bajo la lengua.

-No suena lindo -dije riendo

-Yo sin mi anillo no es lindo

Volvimos a callarnos mientras que ambos teníamos unas diminutas sonrisas en el rostro. Quería darle un abrazo, decirle que aunque la ha jodido de manera descomunal no puedo simplemente irme y dejarlo sin mi ayuda. Quería decirle «Yo sin ti no es lindo» pero el pequeño ardor que aun tenia dentro me lo impedía. Y no iba a negarlo, mi orgullo también estaba presente en esto.

-Lamento no haberme despedido de Mark

- Le he dicho que visitabas a tu madre. El lo tomo bien, aunque también se ha sentido algo triste

-Gracias por no decirle nada.

-No importa. Tampoco quería amargar su primer día.

Me mantuve quieto y miraba la mesa metálica como si fuera un diamante. Tenia miedo de las pocas palabras que Jungkook me decía, porque aquel silencio me parecía abrumador y asfixiante.

-Quiero que seas mi abogado.

ΔΔΔ

Gracias por leer ❤

Padre Rebelde | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora