9. Explicaciones y excusas

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Alex llegó a su sala y notó que la profesora que les correspondía ahora aún no había llegado, pero sí sus amigos, que se encontraban conversando en el puesto del pelinegro.

— Alex, te ves cansada, ¿dormiste bien? — Amy hasta ahora no se había fijado en las ojeras que tenía... no, en la mañana no eran tan notorias como en estos momentos. — ¿Te ocurrió algo durante la noche?

“Tan pilla como siempre.” — Alex puso como excusa a Danny de nuevo. — Fue en la tarde, mientras estaba con Danny. Lo llamaron por el incidente de los drogadictos con el tipo que se volvió loco, y como no estábamos en casa, me llevó con él y se nos hizo demasiado tarde.

— ¿A Danny lo metieron en el caso? — Preguntó sorprendido Félix. Tenía entendido que el mayor estaba ocupado por los asesinatos y secuestros de los omegas. — ...O esto tiene relación con los casos que estaban a su cargo?

— No es posible Félix, no había algún omega en el incidente. — Le aclaró la pelinegra recordando las noticias.

“Félix dio en el clavo.” — Por el momento no les contaría de Noah, o al menos no todo. Creía que no era tiempo. — Aun así Danny y yo fuimos. Él creía que había un omega involucrado, pero se comprobó que no era así.

— Buenos días. — Entró una mujer mayor, con ropas oscuras y abrigadoras. Dejó sus cosas sobre la mesa indicando que se ordenaran. — Tienen que terminar de pasar adelante los que faltan por presentar su proyecto, así que siéntense rápido.

Se quejaron y al rato se sentaron mientras conversaban. Amy se dispuso a jugar en su celular, mientras que Félix tomaba atención.

Alex sacó su cuaderno para tomar apuntes aunque sentía en aumento el cansancio provocando que se le nublara la vista, hasta el punto de luchar para que no se le cerraran los ojos. Apoyó su cabeza en la mano izquierda para evitar cabecear al rato que un grupo pasaba adelante. Pensó que si cerraba sus ojos un momento se sentiría mejor, pero no fue así.

— Alex. — Amy la movió del brazo preocupada, provocando que la nombrada se quejara por la lesión. — Deberías ir a enfermería, ¿Te acompaño?

— No es necesario. — Se enderezó abriendo los ojos, y le contestó con una sonrisa. — Sólo tengo un poco de sueño...

— Profe... — Se encaminó hacia la profesora sabiendo que era la única forma que se fuera a descansar a enfermería. — ...Alex tiene ganas de vo...

— Me duele la cabeza y ya pasé adelante, ¿puedo ir a enfermería? — Rápidamente le había tapado la boca a la revoltosa antes de que dijera cualquier estupidez.

— Si ya pasó, vaya. — Miró extrañada a Amy, quién lamió la mano que la cubría.

— Agh, cerda. — Se limpió en la cara de ella y salió de la sala escuchando su queja.

— ¿Se sentía muy mal o fue por floja? — Le preguntó el omega al ver acercándose Amy.

— Las dos cosas. — Se sentó en su puesto y Félix se volteó. Se puso pensativa mirando al grupo que exponía y habló en voz baja. — Pero creo que otra cosa la tiene así.

— ¿Que quieres decir? — Le siguió la corriente a su amiga bajando el volumen de voz. Se asustó al pensar en las malas cosas que le pudieron haber ocurrido para que Alex estuviera así.

— Que algo más debió haber ocurrido ayer para que ella termine así. — Habían visto a Alex trasnochar mucho más de lo que según ella lo había hecho ayer, y despertaba al día siguiente igual que siempre, no le pasaba la cuenta. Por eso no se tragaba lo que les dijo. — Y el que no lo haya contado, quiere decir que fue algo grave o que es confidencial por el momento.

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