Junto A Mi

13

— ...Tienen que esperar afuera... Vamos, haznos el favor... — Eran algunas voces que escuchó la castaña antes de despertar completamente abriendo los ojos. — Tienen que descansar, ¡¡ya les dije muchas veces!!

Buscó sus lentes palpando a los lados y debajo la almohada. Al no encontrarlos se enderezó un poco para ver en la mesita al lado izquierdo de la camilla, se giró para alcanzarlos con el brazo derecho.
A su derecha vió la camilla de al lado que el pelirrojo seguía durmiendo, haciendo muecas para relajarse y volver hacerlas. — Debe ser por la fiebre o la anestesia está perdiendo efecto. — Se fijó en su uniforme junto con el poleron que estaban en un mueble pegado a la pared frente a la cama, se los puso dejando de lado la blusa que estaba toda rajada y manchada. Incluso el lavado no pudo hacer nada por ella. Al menos la polera gris sin mangas estaba más pasable ignorando los cortes.

Eran las ocho veinte. Realmente habían dormido su buena siesta además estaba completamente oscuro afuera.

— Aah... — El quejido de Noah la llevó con él. La cara la tenía algo hinchada y multicolor por lo que se veía de las vendas y el parche. Tocó parte de su frente verificando que su fiebre bajó un poco, pero seguía sonrojado por ella. Abrió su ojo un poco con el propósito de saber quién era. — ¿A-Alex? — Preguntó de manera somnolienta.

— Sii, soy yo. —Contestó suave en voz baja. Al verlo con los moretones más hinchados y extendidos preguntó preocupada.— ¿Como te sientes?

— Como si me hubieran atropellado, pero si, me siento bien. — Respondió con dejo de diversión en su voz a la vez que levantaba el pulgar izquierdo.

— Maldito desgraciado, y yo preocupándome por ti. — Se quejó sin poder evitar sonreír al ver que no ha perdido sus ánimos.

— Hehe, lo siento no pude evitarlo... tu mano se siente bien, está helada. — Comentó el chico suspirando ya que aliviaba el calor de la fiebre y moretones. — ¿Tus heridas... ¿En qué momento te levantaste? ¡¿No deberías seguir reposando?!

El pobre se enderezó bruscamente reclamándole olvidando sus heridas, a lo que Alex lo detuvo haciéndolo volver lentamente a la posición anterior con ambos brazos mientras los dos sufrían repercusiones por los descuidos. — ¡Idiota! Sé más... consciente de tu situación enano.

— Aaaaahhh hahaha maldición... aaahahaha esto si dolió... — Reía entre quejas y lamentos con los ojos llorosos.

— Respira hondo y no te rías de tu dolor. — Le dijo intentando no reírse de su acción.

— Dilo cuando a ti no te haga gracia, ¡malvada! — Le recriminó fingiendo enojo, cosa que fue el detonante para que explotara en carcajadas y quejidos Alex, no sabiendo si sostener su brazo lastimado, abdomen o su boca intentando reprimirse. De reflejo Noah se encontraba igual, haciendo que las carcajadas de ambos aumentaran en intensidad. — Oye... ya poh... no te rías... en el suelo?

— Voy... a morir de hemorragia... — Se levantó apoyándose en la cama del herido recordando cómo respirar en vez de reír. — Aaay...

La castaña volteó a la puerta encontrándose a la enfermera junto con un par de oficiales mirándolos raros, provocando que volvieran a explotar a risotadas, uno hundiéndose en la camilla y la otra volvió a ser parte del suelo.