Tres

468 32 10
                                    

La depresión se apodera de ti silenciosamente. Al principio tienes problemas con cosas pequeñas, pero luego decides ignorarlas. Es como una jaqueca, te dices que es temporal, que pasará. Es solo un mal día, pero no lo es. Estar atascado en este estado mental, te acostumbrarás a usar una máscara social y vivir entre los demás porque es lo que tienes que hacer, es lo que hacen los demás.

Pero el problema no desaparece. Te esfuerzas por actuar todos los días y comienza a costarte más y más, allí es cuando te das cuenta que comienzas a caer más profundo y es entonces cuando comienzas a alejarte de amigos y familia, a veces ignorándolos por completo.

Todas las satisfacciones desaparecen, las pequeñas cosas que solían hacerte feliz ahora son insignificantes, incluso las cosas simples se vuelven dolorosas, por eso es que no tienes motivación. ¿Para que continuar haciendo cosas si nada te hace feliz?.

Todo esto te hace sentir mucho peor y te vez atrapado en un círculo vicioso, de pronto te das cuenta que estas viviendo todo en cámara lenta, los días son indistinguibles...Solo ruido blanco... una pesadez que llena tu mente y se reparte por tu cuerpo, sientes que nunca volverás a ser feliz.

Sigues alejándote y destruyendo relaciones, estas avergonzado por todo lo que haz hecho y por todo lo que no haz hecho, hay una parte de ti que quiere arreglar las cosa, un impulso repentino te hace querer salir y conocer personas, pero no dura mucho porque sabes que de todas formas no funcionará.Las cosas que emocionan a tus amigos te dejan indiferente y te deja consiente de la distancia que hay entre tú y ellos.

Otro fracaso no es una opción, así que decides estar solo, donde te sientes seguro, donde nadie te hace preguntas. La baja autoestima y la falta de propósito se vuelven insoportables, finalmente te das cuenta de que no puedes seguir así y sucede una de dos cosas: decides buscar ayuda o puede que intentes suicidarte.

- El chico me observaba de manera nerviosa lo que me hizo soltar una pequeña y disimulada risa, mordí levemente mi labio tomando su mano mientras lo oía-.Hola, me llamo Jordan -susurró con timidez mientras observaba sus ojos atentamente antes de responder-.Soy Cassie.

-Nos quedamos ambos observando nuestros ojos atentamente y reímos un poco, hablando al unísono-. Tus ojos son lindos -reímos un poco y luego se escuchó como la puerta se abría observé a mamá sonriendo levemente hacía ella, me despedí de aquél chico riendo un poco y suspire sentandome en la cama mientras mordía un poco mi labio, segundos después, la puerta volvió a abrirse y observe a papá alzando una ceja mientras negaba riendo-.

-Cariño,¿viste al chico que se acaba de ir? -Río- estaba guapo verdad -Elevo una ceja y golpeó mi codo levemente, papá siempre ha sido muy divertido y quiere que tenga novio- Vamos Cassie ¿Cuándo tendrás novio? Así puedo golpearlo si te hace daño. - Solo lo observe y negué soltando un suspiro-. No me interesa tener novio, papá, no aún -Sonreí al sentir su beso en mi cabeza y reí levemente antes de suspirar cuando se fue tirándome en la cama-.

El Diario De Una SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora