-Camine por los pasillos del instituto mirando a todos detenidamente, mis heridas habían sanado al igual que mis dolores habían desaparecido, busque una sonrisa que estuviera dirigida a mi pero no encontré nada, sentí como alguien me halaba al armario del conserje, mire sus ojos- Jordan -murmuró en tono molesto, sentí su mano sobre mi muñeca y suspire- se acabó todo... no te conozco y nunca lo he hecho-salí antes de que pudiera hacer algo y camine con la vista baja, fui a mis clases normalmente y al terminar el día camine a casa. Mire la casa y entré por la ventana de mi cuarto, deje la caja sobre mi cama con algunas cartas y tome el diario dejándolo en un sobre, "para Jordan Stonem" decía con letras grandes y puse sus cartas en el-.
-Camine al baño y me mire en el espejo, mire mis ojos, aquellos que algún día habían sido claros y que mostraban aquél brillo de felicidad, pasé mis manos por mis mejillas y negué con la cabeza- Hola Cassie... -susurro frente al espejo- lamento tener que hacer esto ¿sabes? es difícil para mi hacerlo... pero piensa todo será mejor que esta mierda, cualquier lugar será mejor que este. -Sonreí de lado- ahora nos iremos de aquí y seremos felices... -reí un poco y luego rompí en llanto mirando el espejo fijamente- dejaremos de ser un estorbo aquí... -tome la navaja en mi mano y la carta en la otra... habían tres iguales. Una en la caja, otra en el sobre de Jordan y la otra conmigo, hice un corte en mi brazo y vi como la sangre salió desde allí-.
-Me quede un buen rato observando mi brazo y luego me apoye de la pared, pensé en cada momento, cada segundo que había pasado en aquella casa, con mi familia y con mi verdadera felicidad, lo dí todo... y me arrepiento, tal vez no estaría aquí haciendo esto si no hubiera hecho algunas cosas. Pero todo no fue suficiente... ellos querían más, querían mi muerte y eso consiguieron-.
-Dejé cosas atrás y simplemente comencé a ser otra persona, pero los recuerdos me atacaron y no supe defenderme. Hice otro corte tras otro, la sangre corría por mis brazos y una sonrisa se formo en mis labios- un lugar mejor Cassie... -susurro para mi antes de hacer el último corte, el corte que acabo finalmente con mi vida-.
-Sentí como comenzaba a perder la noción del tiempo, el dolor había desaparecido y estaba alrededor de un charco de sangre, oí la voz de papá sobrio luego de tanto tiempo- Cassie... Cassie no te vayas- fueron lo último que escuche antes de cerrar completamente mis ojos, una lágrima cayó por mi mejilla y al igual que la carta cayó de mi mano-.
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El Diario De Una Suicida
Short Story¿Has pensado en todo lo que pasa en la cabeza de una persona? ¿o en lo que pasa por la cabeza de un suicida? ¿alguna vez te has detenido a pensar en lo que pasa a tu alrededor? de seguro tu respuesta es negativa y por eso solo quiero demostrarte lo...