CAPITULO 54

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ESTUDIOS

Al día siguiente...

Narra Dany

Me desperté por toques en mi puerta, me levante de mi cama y me di cuenta de que mi “cama” era nada mas ni nada menos que el suelo de la habitación, sólo que con Rey de almohada y la alfombra como sabana, creo que debo de dejar de dormir en el suelo.

La puerta seguía sonando y rápidamente me acomode el cabello y me limpie la baba que estaba casi por toda mi mejilla izquierda.

Abrí la puerta y me encontré con un hombre que parecía de los de paquetería.

Yo:
—Bueno días, ¿qué quiere?–
Le pregunte de mal humor.

[¿Qué?, se supone que la alarma que pusimos sonaría a las siete de la mañana y aún no había sonado. Me despertó muy temprano.]

Hombre que parecía de paquetería: [{Lose, un nombre demasiado largo}]
—Buenos días, lamento interrumpirla pero me dijeron que aquí vivía alguien llamada...–busco en la tabla de papelería que traía en sus manos algo –...Daniella Marquez, ¿está hospedada aquí? –
Pregunto mirándome.
Yo: (medio dormida)
—Si soy yo, ¿qué necesita?–
Le pregunte mientras me tallaba los ojos por el sueño.
Hombre que parecía de paquetería:
—Tenemos un encargo en el estacionamiento para usted.–
Dijo mientras me daba la tabla para que firmara que lo había recibido.
Firme y ví bien lo que me había sido traído, me sorprendí y emocione a la vez.
Hombre que parecía de paquetería:
—Creo que no es necesario decirle donde esta ¿verdad?–
Dijo sintiéndome.
Yo: (emocionada)
—No es necesario.–
Dije viéndolo con ojos brillosos como si hubiese sido mi hada madrina y me allá concedido un deseo.
Hombre que parecía de paquetería:
—Bien, las llaves se encuentran dentro, gracias por confiar en nosotros. –
Dijo y se fue riendo por mi cara.
Yo:
—¡Oye! no me has dicho tu nombre para agradecerte.–
Le pedí antes de que se alejara mas, aunque sólo avanzo unos dos metros antes de que le detuviera.

[{Además de que ya me canse de ponerle “Hombre que parecía de paquetería”, darle un nombre más corto estaría bien.}]

Hombre que parecía de paquetería:
—Mi nombre es Sergio, Sergio Martinez.–
Dijo alegre.
Yo:
—Entonces...¡Gracias Sergio!–
Le grite en lo que el iba corriendo para poder irse, de seguro tenia otra entrega.

Alegre entre de nuevo a la habitación y me fije en la hora, faltaban quince minutos para las siete, me cambie y sin despertar a Rey, Harry o Mark baje al estacionamiento para ver si trajeron sano y salvo a mi medio de transporte.

[Extrañamente Mark no se había despertado por los toques en la puerta o por la platica con Sergio, ni idea más tarde hablaré con él.]

Baje por las escaleras, estábamos como en le quinto piso del hotel pero no quería usar el ascensor, así que rápidamente llegue al ultimo piso y me dirigí hacia la salida, busque el estacionamiento y cuando lo encontré entre en el y me lleve un susto de muerte, casi me atropellan pero nada grave, solo un lo siento de parte del conductor y otro mio, me di cuenta luego del susto que casi no había muchos coches.

[Sera mas fácil encontrarlo así.]

Busque por unos segundos pasando la mirada por todo el lugar hasta que lo encontré, mi querido y hermoso Camaro, rápidamente corri hacia el y lo abrí, busque las llaves y en cuanto las encontré prendí el motor, escucharlo arrancar me emociona y como estaba despierta y cambiada salí a dar una vuelta para poder conocer mas o menos como era la ciudad y que tanto había cambiado en estos dos años que me fui.

Rechazada desde pequeña [TERMINADA Y EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora