Save Me (Camren G¡P)

Epílogo

Miami Florida

2 años, 3 meses después

CAMILA POV

Entré corriendo al edificio, los escalones de me hacían eternos, hoy el elevador no funcionaba, en realidad hoy iba a ser 2 semanas que el bendito elevador no funciona, tan solo 35 escalones me separaban de mi departamento con el que ahora compartía con mi esposa, hoy tenía su franco, eran las 10 a.m. y seguramente estaría descansando, tenía la sonrisa marcada en mi rostro, por autorización de Lucy salí temprano del trabajo, 9 escalones, 8,7,6,5,4,3,2, la puerta de mi hogar estaba frente a mí, me detuve en seco suspirando profundamente para recuperar el aire, abrí la cartera y busqué mi llave, con mi mayor tranquilidad disfrazada de calma abrí la puerta, Lauren no estaba durmiendo, se encontraba en el sillón de la sala en bóxer y top deportivo, en sus manos sostenía el control de su play, al notar que entraba frunció el ceño y se puso de pie de repente con clara preocupación, se acercó a mi abrazándome por la cintura.

-¿Qué pasó cielo?, ¿Te encuentras bien? - Asentí con la cabeza - ¿Qué haces aquí?, quiero decir no es que me moleste pero... - la tomé de los hombros y la miré para que se detuviera

-Amor, estoy bien no pasa nada malo pero necesito hablar contigo de algo importante - le dije mientras ambas volvíamos al sillón, abrazadas, su cara de confusión es verdaderamente adorable. - Siéntate que en seguida vuelvo - fui hasta la habitación y saqué el paquete que estaba guardando en mi bolso, una caja mediana con moño verde, sonreí al verla y salí a la sala, Lauren había servido dos vasos de agua y los había dejado en la pequeña mesa de café que según ella era una "mesa apoya pies" donde se ponía cómodo cuando veíamos una película, o simplemente estábamos sentadas. Me fui acercando a ella con una sonrisa traviesa, ella me miraba expectante, me encantaba su cara de suspenso, se la veía nerviosa, inquieta, me senté a ella en silencio y bajé la mirada.

-Cielo, por favor ya dime que está pasando porque me estás pasando - sonreí levemente y la miré con los ojos llenos de ternura.

-Primero que nada amor, no ha pasado nada malo, pero necesitaba venir a darte esto en persona - quería ver su reacción cuando abriera la caja. - Pero debes prometerme algo primero - ella asintió lentamente - Es algo que nos cambiará la vida para siempre, y debes prometerme que juntas como lo hemos hecho siempre manejaremos las situaciones.

-Te lo prometo amor, pero de verdad, de verdad que me estás preocupando - sonreí y besé sus labios, saqué la caja de mi espalda y la coloqué en sus manos.

Era una caja sencilla de color blanco, que no le daba ninguna pista de lo que podría haber dentro, comenzó a moverla para averiguar que era pero la caja no emitía ningún sonido, lo acercó a su nariz para notar algún olor, tampoco nada, su ceño se fruncía con cada acción. Buscó la abertura de la caja y lentamente comenzó a abrirla, era de superficie desplegable, cuando sacó su contenido, su cara de desconcierto era un poema, esperando que cayera en la cuenta comencé a reír.

-A... a... emmm - su dedo índice y medio sostenían dos pequeños escarpines de lana color blancos, sus ojos vagaban entre mi rostro y los pequeños objetos una y otra vez - ¿Esto.... es... esto es lo que pienso que es? - logró decir la frase completa con voz quebrada, miré a sus ojos y estaban a punto de llorar tanto o más que los míos asentí seguida y rápidamente con una sonrisa ya imborrable en mis ojos.

-Amor, seremos madres - limpié las lágrimas que caían por sus mejillas con mi dedo pulgar, se había quedado estática mirando los zapatitos de lana que rodaban sus dedos - Amor ¿Est..... - no pude terminar la pregunta cuando Lauren se puso de pie, alzándome en el aire y comenzó a girar, su sonrisa era la más bella que había visto en mi vida, más aún que el día que nos casamos.