Tarrant ha logrado recuperar a su familia, se reconcilia con su padre y tiene una vida nueva y feliz con ella, la paz y armonia gira en torno a el, hasta que una secta siniestra causa panico y terror en Infratierra y comienza a recibir visitas de f...
-Una...dos...¡Tres! –mi padre desapareció una moneda con una maceta, en la entrada del crico, andábamos ahí, disfrazados de payasos, divertiendo a unos niños a lado de Toby -¡Ah, miren eso! ¡Lo oculté tres veces sobre la maceta y la moneda desapareció! ¿Dónde puede estar? ¿Firifiche, tú lo tienes? –me preguntó a mí. Yo negué tener la moneda. Nos pusimos otros nombres: Firifiche y Heraldo, así nadie sospechará quiénes somos -¡De seguro, Toby la tiene! –dije.
Toby alargó su trompita hacia la oreja de uno de los niños y de ahí sacó la moneda desaparecida. Los niños se sorprendieron.
-Niños, vengan, vamos a entrar – llamó la mamá de los niños.
-¡Pero, mamá, queremos estar con los payasos! ¡Un ratito más! –rogaban.
-Calma, niños, nos verán en el crico y vamos hacer un montón de cosas divertidas –les aseguré a los niños, y la mamá de los llevó agradecida.
-Qué bien lo hacen –nos dijo Toby.
-15 días praticando, ya pensé que lo haría a amateur –comentó mi padre.
Ya que empezó la función, andábamos viendo el acto de la Morsa y el Carpintero con las ostritas, ocultos tras la tienda, vi que Jaque, Las Reinas Roja y Blanca; aún como cabra y mis amigos andaban observando entre el publico, reíamos cuando veíamos a la Morsa "devorándose" a las ostritas, dejando al Carpintero con una rebanada de pan con mantequilla -¿Ostritas? ¿Ostritas, dónde están? –preguntó el Carpintero -¡Qué linda carrera me han dado!...¿por qué no me contestan? –observó a la Morsa -¡Porque tú te las comiste toditas, toditas! –lo apuntó de forma acusona.
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