Capitulo 2

954 45 6
                                    

"La noche murió muy jóven, y nosotros con ella. "


La música de fondo empezó a llenar el recinto, anunciando la llegada de la novia y todos los invitados impacientes estaban de pie ansiosos por la entrada triunfal de Isabella.

— mi primita si que se llevó el premio gordo—. Le dijo a Isai quien no podia negarlo—. Aunque es triste para Ezra.

El rizado recibió una mirada interrogativa por parte de su amigo.

—¿Ezra?—. Preguntó por lo bajo. Siempre siendo mas discreto que Aiden.

—el rubio que habló con nosotros en la entrada el es Ezra Coleman el primogénito de la bruja de Katherine.

No era un secreto que esa mujer tuviera una reputación formada tanto en lo laboral como social, pero eso a Isai no le tenía cuidado nunca le llamó la atención estar al pendiente de la vida ajena de otros, asi que a Aiden no le sorprende que el de orbes grises no reconozca mas allá de sus parientes.

Y por eso era su mejor amigo.

—si, Isabella dejó que él la cortejara pero al parecer cuando conoció a Marshall se enamoró y no tardaron en poner fecha para esta boda.

La mirada de Isai terminó puesta en Ezra que estaba de pie en la primera fila y se pudo percatar de esa mirada melancolía que sólo era para la novia que ya estaba en el altar luciendo radiante y genuinamente feliz.

El castaño sintió un poco de pena por él, suponía que saber que la persona que quieres se casa con otro no era nada fácil de digerir.

El rubio no era la excepción.

—y si él la estaba conquistando ¿porque permitieron que ella terminará casándose con el hermano? —. A Isai no le parecia bien eso—. No se supone que eso pase entre los hermanos con sus novias.

Él desaprueba esas acciones.

—si bueno sobre eso, cuando hay varios millones de dólares de por medio y un imperio como el que tiene Katerine—. Con un movimento leve apuntó a la susodicha—. Lo demás son banalidades.

La mujer apesar de los años que tenia encima seguía siendo hermosa con uma elegancia cautivadora, sin embargo los bellos ojos azules eran frios y carentes de piedad.

Si ella estaba de acuerdo con este matrimonio importandole poco el corazón roto de su hijo mayor, nadie le llevaría la contraria.

—dios Aiden no entiendo como has vivido rodeado de este tipo de gente—. Isai esta vez no cuido el volúmen de su voz ganándose una mala mirada de la señora a lado suyo.

Con una disculpa en voz baja y el rostro rojo por la vergüenza dirigió su atención a la boda que dió inicio.


(...)

El jardín donde estaban festejando a los recién casados estaba decorado a la perfección la pequeña orquesta brindaba un ambiente tranquilo, la gente iba y venía con copas de champagne modelando sus mejores trajes.

Las felicitaciones para lo novios no se hacían esperar, algunos con buenos deseos y otros no tanto.

—pareces demasiado aburrido aquí tu solo—. El rubio tomó asiento al lado del castaño—. ¿Deberíamos bailar?

Las parejas bailaban lento en medio de la pista, pero de todos ellos los recién casados bailaban lento y fundidos el uno con el otro no podian negar que se veían muy enamorados y eso era como una puñalada para Ezra, mirar sonriente y feliz a Isabella en brazos de su hermano era una mierda.

Tu paraiso mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora