９

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por minminbunny

por minminbunny

-Jinyoung, estás borracho.- dije separándome de su agarre.
-Jimin, vamos a divertirnos.- susurró tan bajo que apenas lo escuché.

Tomó mi mano y me llevo directo a casa, su mano estaba helada muy helada.

Nos sentamos en la sala, hacia un poco de frío a pesar de que es verano.

-Te traeré un poco de café, estas muy ebrio.-
-No es necesario preciosa.-
-Lo haré y lo tomarás, he hablado.-

Me dirigí hacia la cocina y encendí la cafetera.

¿Porque JinYoung me habla de esa manera tan rara? Me hace recordar tanto al idiota de Jimin.
Éste hombre debió beberse el bar entero, hasta acá huele a alcohol.- pensé.

Mi celular vibró.

"Hija, papá comió demasiado y se quedó dormido. Nos quedaremos en un hotel.

Te amo."

Eso decía el mensaje que mi madre me envió.
Genial estoy sola y tengo que cuidar de un Jinyoung borracho, que buena noche.

Tomé el café y lo serví, me dirigí a la sala donde estaba Jinyoung bebiendo de una pequeña botella que llevaba consigo.

-¡Por el amor de dios, deja eso!.- grité

Le ofrecí el café y el seguía inexpresivo.

-Vamos, si sigues así te enfermarás. Por favor toma un poco.-
-No lo quiero, quiero alcohol.-
-No .- dije molesta
-Vamos muñeca, que no quieres un poco de diversión?.- dijo acercándose a mis labios
-Hoy puede ser la mejor noche de tu vida si tu me dejas.- dijo besando mi cuello
-No seas aguafiestas, volvamonos locos juntos princesa.- dijo sonriendo
-Está bien, pero no volverás a tomar después de esto.- dije mientras iba al mini bar a sacar una botella de vodka

Pasaron las horas y nosotros tomábamos y reiamos, maldita sea era la mejor noche de mi vida.

Nos quedamos mirándonos a los ojos un instante, el me besó otra vez y cada vez mas subía la intensidad.

Subimos las escaleras y entramos a mi habitación, me senté en la cama y el se quedó admirando la vista al lago que da mi cuarto. La brisa revolvía su castaño cabello y la luz de luna dejaba ver su torneado cuerpo.

-¿Estás bien?.- pregunté
-Nunca he estado mejor.- respondió con una sonrisa maliciosa.
-Ven muñeca, acercate.-

Fui donde el un poco temerosa.

Me abrazó por atrás, y quedamos viendo el lago.

Estábamos en silencio, pero no en un silencio incómodo de los que quieres evitar, era un silencio agradable de los que no quieres perturbar.

-¿Eres virgen preciosa?.- cuestionó de repente.
-No, ¿Porqué?.-
-Porque quiero follarte como nunca te lo han hecho.- dijo entrecortado.