Parte 16. Amor

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Parte 16. Amor

Desperté, pero aún tenía mis ojos cerrados, estaba completamente tapada con las cobijas, se sentía tan calentito.

Me voltee del otro lado para ver si Lauri seguía en la cama, pero no, estiré mi mano al pequeño cajón que estaba a un lado de la cama y eran las nueve de la mañana.

–Buenos días –Escucho a Lauri hablarme

–Buenos días, ¿Desde a qué horas estás despierto?

–Como hace media hora

–¿Y qué andas cocinando que huele tan bien?

–Solo son huevos y pan tostado

–Deja te ayudo Me puse mis pantuflas y me acerqué ayudarle, ya no estaba tan frio como ayer en la noche que llegamos pues, ya estaba encendida la chimenea. Luego de ayudarle un poco le puse atención a la cabaña, era grande ya que, estas eran hasta para 10 personas, tenía ventanas grandes, un baño bonito y el famoso iglú. Me senté en la cama del iglú y voltee hacia enfrente y arriba, como todo era de vidrio se miraba todo de afuera, había más gente ahí, caminando y otras recién llegando.

Era bastante cómodo el lugar.

Minutos más tarde nos sentamos a desayunar, conversaba con él y encendimos el televisor, era como una recién familia, recién casados y en nuestra casita, nuestro primer desayuno. Solo faltaba el besito de buenos días y llamarnos ''Amor''.

–Después de desayunar qué te parece ir a caminar y dar una vuelta al pueblito

–Me parece perfecto así y también le llevo un recuerdo a papá

–Bien – Bebí de mi jugo y tomé un pan con mantequilla de maní

Levantamos los platos y lavamos. En sí, totalmente, no eran muchos, quizás unos 15 platos, 15 vasos, unos tres sartenes y otras cosillas. Nada más. La comida que estábamos comiendo no era del hotel; de la cabaña. Era comida que nosotros trajimos. Sí que Lauri vino preparado. ¿Será que ya había venido con alguien más...?

–Ya habías venido aquí, ¿Verdad? –Pregunté acomodando unos vasos

–Sí, hace como un año con Pauli, queríamos un descanso de tanto trabajo que tuvimos y giras, y este fue un buen lugar para relajarnos

–Oh, qué bien –Menos mal que no fue con una mujer

Terminamos de limpiar, nos pusimos un pantalón, chamarra, guantes y listo. Ya estamos acostumbrados al frio.

–¿Lista?

–Sí

Salimos y recorrimos el lugar caminando, había también iglús de hielo completamente, los cuidadores del hotel, les pedimos permiso para entrar a un iglú de hielo desocupado. Entramos y sí, estaba pequeño, como los iglús de vidrio, pero bien amoldado, con una cama y no hacia frio. Era una gran experiencia quedarse ahí

Seguimos caminado y estaban los Saunas para los que estaba hospedados solo en iglús, los de las cabañas tenían su sauna integrada.

–Deberíamos de entrar a la sauna de la cabaña

–Sí, no suena mal

Vaaaaleeeee, sé que aquí en Finlandia es famoso estar en los Saunas desnudo frente a otras personas, es bastante normal pero, vamos, este hombre me gusta y le gusto. Aparte, nunca he estado en una sauna con alguien que conozca, solo con mi papá y gente desconocida.

Doble Vida De Un DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora