Apartado de cortos vampíricos y zombis.
Seres de la noche y muertos vivientes te esperan...
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Los alaridos de protesta libertaria de la joven vampiresa se escucharon por todos los rincones del castillo transilvano. No se merecía en absoluto el cruel castigo de su padre. Era una injusticia en toda regla.
-¡Papá, por favor! -gimoteó-. ¿No te preocupa que el aislamiento social me vuelva depresiva?
El padre mostró los colmillos en gesto intimidante.
-No.
-Pero...
Él la hizo callar con un gesto severo de la mano.
-Ana, te advertí que si volvías a succionar remolachas te quedabas sin dispositivos electrónicos. Y Sobra decir que esa amistad con esos hippies vampirianos se termina. Son una mala influencia.
Ana golpeó el piso molesta, con la rebeldía propia de una adolescente de diecisiete años.
-¡No son una mala influencia! Al contrario, me han abierto los ojos -manifestó henchida de orgullo-. ¡Lo que hacemos está mal, papá! Debemos parar con esa caza sanguinaria.
-¡Lo hemos hecho por siglos! -refutó Lord vampiro, blanco de furia-. Tu móvil y la portátil, ahora -extendió la mano.
-Tú no me comprendes -siseó indignada-. Intento ser una pionera para nuestra especie y no lo valoras.
-Lo que pretendes imponer al clan es algo antinatural -la contempló escandalizado-. ¡Dónde se ha visto un vampiro vegetariano!
