Después de él.

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Después de hacer el amor, por primera vez y con el hombre que más amo, me siento diferente, llena de vida, de amor, de ilusiones. Estar acostada a su lado, no tiene precio para mí.

-Estar contigo es lo mejor que me ha sucedido. Quiero que sepas que a partir de ahora, te voy a cuidar, a proteger, a valorar como mujer, ya que como estudiante sabes que siempre te he valorado. Eres muy importante para mí ¿sabías? Me siento feliz, y no te voy a negar que un poco ra...-Shhhhh. Le digo interrumpiendo. -Ya sé lo que ibas a decir; que te sientes raro, y de seguro me preguntarías qué vamos hacer después, ¿pero sabes qué? En este momento no quiero pensar en el después, quiero disfrutar el aquí, ahora, porque estamos juntos. Por su puesto que si quiero tener una relación formal contigo, pero por tu bien, es mejor que no comentemos lo nuestro con nadie, te podría causar problemas en el trabajo, ¿no crees? Quiero que sepas que tú también eres importante para mí, pero es mejor tu imagen siga siendo la de siempre, la del hombre respetable, inteligente, correcto y temi... -No digas eso, no lo digas. Me dice tocandome los labios con el dedo índice.- No sé porqué me tienen fama de "temido", no como gente.
-¿Ah no? ¿qué fue lo que hiciste conmigo hace un momento? Le digo mientras me sonrío.
-Bueno... eso diferente, es otra cosa, es otro tipo de comida. Dicho esto, soltó una carcajada que me llenó de alegría. Ver ese hombre así, sonriendo, tan feliz, me hace feliz a mí también, y más porque sé que soy la causante de tanta alegría. Su sonrisa para mí, es como estar en un paisaje, lleno de rosas.
-Josue, si no te diste cuenta, ya es tardísimo. Tienes que irte. Dije mientras toqué el botón para encender la pantalla de mi celular.
-¿Qué estás diciendo? ¿IRME? ¡JA! ¿YO IRME? Estás loca, me voy a quedar aquí, contigo. ¿Cómo crees que después de lo que pasó hoy, te voy a dejar sola? Ahora eres más que una simple estudiante, eres importante, única, especial... ahora no eres cualquier mujer, eres MI MUJER, la que amo y con la que pienso vivir hasta el final.
Al escuchar eso, mis ojos se llenaron de lágrimas, los nervios salieron a flote y mi corazón, mi corazón latía tan rápido que pensé que se me saldría por la boca. Nunca imaginé que Josué me diría esas cosas. No supé que decirle y simplemente lo besé, nos besamos. Otra vez volví a sentir mi estómago resolverse, como solo podía lograrlo cuando estaba con él.

Pasión prohibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora