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Después de un mes de encontrarse todos los días, a la tarde, en la cafetería del hospital, Paul y Lily empezaron a tener un poco más de confianza lo que terminaron en un acuerdo de que cuando pasase un mes se conocerían del todo, ya que se dirian quienes realmente son, es decir, contar o hacer algún resumen de su vida.
Ya que había pasado un mes, esa misma tarde, el chico le llevó un ramo de flores a la joven, de los colores blancos y verdes ya que eran los preferidos de Lily.
-Pues, ¿Quien empieza?- haciendo el primer comentario, Paul ansioso de querer saber un poco más de la chica.
-Si no tienes problema comenzas vos- le contesta Lily
-Cuando era un niño, más o menos unos 7 años, mis papás, ya que no me podían cuidar, me dejaron en este hospital que raramente era el único lugar donde podría sobrevivir debido a que el aire era el adecuado para que pueda respirar y sobrevivir...- se corta Paul
-Espera, ¿Acaso tienes algun problema? ¿Y tu hermana?- pregunta Lily
-Mi hermana se podría haber quedado con mis padres ya que es...- a Paul le costaba decir la verdad, ya que ocultaba un secreto que solo Lily lo sabía pero aún no lo descubría.
Trago saliva y mintió:
-No tiene ninguna enfermedad ya que yo posedo asma heredado de parte de mis abuelos. Y por ahora creo que eso es todo, toda mi vida transcurrió en este hospital así que no creo que esperes más que eso- dice Paul un poco apenado por no poder decirle, hasta el momento, lo que el y su hermana realmente eran.
-Paul, mañana seguimos ¿Quieres? Mi corazón no anda muy de buena onda hoy- dice riéndose entre dientes, mientras se da vuelta y saluda al joven con su mano derecha lo el repite el movimiento.

Una Rosa Blanca MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora