Suspenso

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La tarde era sombría, nublada y fría como pocas veces en esta época del año. El caos y la tormenta arreciaban mientras los árboles se agitaban violentamente. Miedo, angustia y preocupación estas emociones iban invadiendo mis sentidos; el olor perenne llenaba mis fosas nasales, ahogándome. Conforme avanzaba en el Camaro por las calles del pueblo.

La oscuridad se cierne como un manto invisible e imperceptible sobre la ciudad, engulléndola lentamente. Lo primero que note es ese aroma extraño, no puedo oler otra cosa que no sea este olor peculiar. Huele a viejo...a podrido...a desolación.

Me detengo en seco en medio de la avenida principal de Beacon Hill's. Me enderezo en mi asiento y saco la cabeza por la ventana del auto, buscando casi con desesperación eso que me está provocando esta sensación fatídica, representada como un nudo en el estómago.

Mi lobo esta alerta, siento las señales de peligro recorriendo todas mis terminaciones nerviosas, y la intuición avisándome que algo terrible está a punto de suceder. Volteo a ver a mi hermana que me mira con la misma inquietud que yo estaba sintiendo, en su rostro. -¿Qué demonios está pasando aquí? -siseo Cora entre dientes.

-Debemos darnos prisa. -dije rápidamente, no pude evitar gruñir de frustración y apretar el volante, mientras pisaba a fondo el acelerador. Me dirigí directo a la comisaria, si alguien podía informarme que sucedía ese era el Sheriff Stilinski.

Apenas aparque el Camaro negro delante de la comisaria, baje apresuradamente seguido muy de cerca por mi hermana. Ya a dentro el lugar, estaba en pleno horario de servicio; teléfonos sonando, computadoras siendo utilizadas y varios agentes revisando expedientes. Todo eso podía captarlo con mi súper oído.

-Clark, ¿Dónde está el chico? -dijo la voz del Sheriff procedente de enfrente de su despacho, rápidamente había podido localizar a la persona que necesitaba ver con urgencia. Todos dejaron lo que estaban haciendo en cuanto escucharon la pregunta del Sheriff.

La agente a la que se había dirigido el padre de Stiles, una muchacha joven, lo miro extrañada e inmediatamente se puso alerta. -Estaba aquí hace un segundo -le aseguro. Él llevaba alimentos en una mano y acababa de perder a un niño por lo que puedo deducir.

Aún no se habían percatado de nuestra presencia. -¡Esto es la comisaria del Sheriff! -afirmo haciendo ademanes, igual que hacia su hijo cuando quería enfatizar su punto. -No pierdes a un chico, en la comisaria del Sheriff. -dijo con más énfasis, estaba seguro que para no ponerse a gritar. Ninguno de los agentes se había movido de su sitio.

Inmediatamente me puse a localizar el olor. -Dejen todo lo que estén haciendo y encuentren al chico. -les exigió con ese tono de voz enfático. En cuanto termino su discurso, me acerque a él con decisión y pasos seguros; nadie se atrevió a interponerse en mi camino.

En cuanto me vio se quedó estático en su lugar, y con los ojos ligeramente abiertos. -¿Derek? -pregunto confuso después de un segundo. Asentí levemente deteniéndome a un paso de él, inseguro de cuál sería su recibimiento. Su olor no era hostil, pero no sabía que pensar.

Para mi enorme sorpresa en cuanto reacciono, se acercó a mí y me abrazo fuertemente; saludándome como viejos amigos. -Hijo, que bueno verte. -me dijo tranquilo. Alzando los ojos, se topó con mi hermana a la cual abrazo dulcemente. -Y vienes acompañado de la pequeña Cora, que alegría verlos. -dice alegremente.

-Sheriff, el niño que busca se encuentra aquí. -le informe rápidamente, cruzando los brazos -Se encuentra en la parte de atrás, en las celdas. Puedo olerlo desde aquí, está muy asustado. -le digo seriamente. La verdad es que cada vez entiendo menos, necesito respuestas. -Sheriff, ¿Qué está pasando, aquí?

Recuérdame (Remember me) *Sterek*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora