Capítulo 41: La carta que selló su destino (Parte 2)

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Seguimos...



Una suave mano se colocó en mi hombro y un par de ojos dorados llenos de culpa me miraron de nuevo. La princesa se mordió el labio y miró hacia abajo.

"Lo siento... no pude protegerte ni a ti, mi último caballero." dijo.

Mis rodillas se debilitaron, pero me negué a someterme y caer. Me rehusé a hacerlo, pero... no había nada que pudiera hacer.

"Yo... ¿Por qué?" Fue todo lo que pude decir mientras los gemidos escapaban de mis labios.

"Draejan golpeó dos pájaros con una piedra como dicen*... La oportunidad vino, así que la agarró." La Princesa negó con la cabeza. "Sabes, tan pronto como recibí esta carta, descubrí que los guardias fuera de mi cámara habían sido llamados. En este momento, ni siquiera tengo el poder de protegerme y menos aún a otro. Aun así, me acerqué a mi padre, para rogarle que anulara este compromiso, pero los guardias no me dejaron verlo. Mi hermano, el primer ministro Elovius, vino a hablarme en nombre de mi padre. Me dijo que estaba demasiado ocupado para tratar con mí... 'berrinche' ahora mismo." Apretó sus delicados puños y miró al suelo.

[Técnicamente es 'Mato dos pájaros de un tiro', pero aquí no existen armas de fuego.]

Aunque era así, el tono de su voz era tranquilo. Incluso ahora se contenía a actuar como una princesa diligente y elegante, como uno propio de su estatus real.

Pero por sus palabras, comprendí muy bien lo que eso significaba... El partido de la Tercera Princesa se había derrumbado. Yo era el último pedestal... Era un movimiento político brillante, pero devastador para todos nuestros futuros.

"Gracias por tu esfuerzo, Alteza... Lo aprecio." Hablé, pero mi voz apenas salió.

"No hay nada por lo que agradecerme, fracasé." Cerró los ojos y giró la cabeza hacia la izquierda "Con Draejan siendo nombrado General del Ejército de Brekkar, pensé que no duraría mucho porque los soldados no lo escucharían como lo hicieron con su abuelo. Pero entonces a él se le ocurrió esta idea del torneo para promover a los fuertes entre ellos, ganando el favor de muchos dentro de las filas de mando. El golpe final llegó cuando propuso a mi padre que le dejara tomarte por su esposa... De esta manera, el nuevo general del Ejército de Brekkar tendría a su lado a la hija del ex general. La moral de los soldados se elevaría en vez de caer. Y con la aprobación de mis hermanos, prácticamente se llevó a mi ejército... y a mi último caballero. Ganó..."

"¿No hay nada que podamos hacer?" Le pregunté esperando algo... cualquier cosa.

"Es una declaración de mi padre... no una sugerencia." señaló.

De hecho, esto era similar a una orden. Si fuera lo último, podría haber llevado a Alkelios y quizás convencerlo de que no lo hiciera. Ésa podría haber sido mi última oportunidad, mi último recurso, pero desafortunadamente, eso también fue quitado.

"Dijiste que amas a este Alkelios, ¿correcto?" Me preguntó.

"Sí, mucho" Respondí sin la menor señal de vacilación en mi voz.

"Entonces... tal vez... Hm, tráelo a mí. Si mi entrevista con él va bien, todavía puede haber una oportunidad de cambiar esto. En el mejor de los casos, cancelar su compromiso o posponerlo el tiempo suficiente para que el padre se convenza de que Alkelios está de nuestro lado y no en el de los humanos." Ella me miró con una mirada determinada en los ojos.

"Pero ¿qué hay de ti, Alteza?" Pregunté.

"Mi destino ya está sellado como una mera moneda política para ser negociada cuando sea necesario. De esta manera, por lo menos intentaré mantenerte, mi último caballero y también mi amigo, lejos del alcance de ese dragón." Ella me mostró una sonrisa.

100 de suerte y la habilidad domador de dragon arc 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora