¿Qué pasaría si tienes toda tu vida hecha, buenos amigos, un novio, y una gran familia....
Pero un día despiertas y estas en un hospital, con 5 chicos?
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-Eso es... increíble. -Dijo realmente asombrado.
-Lo es.
-Ahora entiendo porque me llamaste Alec. Pero sabes, fuera de todo eso me alegra haberte conocido. Eres una chica asombrosa.
-Gracias, en serio.
Me tomo la mano por encima de la mesa y me observo detenidamente.
-Puedes contar conmigo para lo que gustes.
Sus ojos azules me hipnotizaron por un momento, pensé en acercarme y besarle los labios. Borre esa idea de mi mente, era algo muy descabellado. De repente el sonido de mi celular me saco de mi trance.
-Hola?
-Pequeña, ya es tarde. Tenemos que irnos, Renato se puede dar cuenta de que no estamos en el hotel. -La voz de Erick sonaba cansada.
-De acuerdo ojitos, ya salgo.
-¿Todo bien?
-Mejor que nunca.
-Bien aquí te esperamos en el auto. Te quiero.
-Yo tambien te quiero.
-¿Tu novio? -Pregunto Alec al segundo que colgué.
-No, un amigo.
-¿Te gusta no?
-¿Cómo?
Pregunte sorprendida, eso me tomo desapercibida.
-Si, lo digo porque no parabas de sonreír mientras hablabas con el.
-Ohhh. Yo... ya me tengo que ir. -Le dije poniéndome de pie.- Fue un gusto conversar contigo.
Le di la mano.
-El gusto fue mío Ainhoa, gracias por confiarme tu otra vida.
-Gracias a ti por escucharme.
-¿Nos volveremos a ver? -Me miro esperanzado.
-Espero que si. -Le sonreí.
Illán se acerco a mi y me dio un beso en la comisura del labio, eso me tomo tan de sorpresa que no supe como reaccionar. Y opte por salir corriendo del restaurante.
***
-¿Ainhoa estas bien? -Me pregunto Erick.
Íbamos de regreso al hotel, Zabdiel había llamado y aviso que Renato había regresado.
-Yo... No lo sé.
Mire a través del cristal del auto, empezaba a nublarse en cualquier momento lloverá.
-Pequeña... sabes que cuentas conmigo para lo que sea.
Sentía unas ganas inmensas de llorar, estaba muy confundida. Ya no sabia que hacer, tenia miedo. Miedo a que me acostumbrara a los chicos, Renato, la familia y que regrese de nuevo a mi otra vida, y ya no regrese aquí nunca más. Tenia miedo a lo que fuera ser de mi, si seguiría siendo Ainhoa Fiol o Iris duran.
