SANHA.
Aquí estaba yo de nuevo desempacando y acomodando mi habitación, era la quinta vez que nos mudabamos en el año aunque mamá dijo que esta vez sería por un plazo más largo. Nos habíamos mudado a Corea del Sur, en Seúl, el lugar donde nací pero donde nunca viví.
Habían transcurrido dos horas desde que acabé mi habitación así que decidí salir y conocer el lugar esperando no perderme.¡Ahg! –Suspiró un poco irritado puesto ya se había perdido y no se había fijado que caminos había tomado–.
SanHa siguió caminando por aquellas calles para ver si de pura casualidad lograba regresar a dónde su nueva casa. Sacó su móvil sin dejar de caminar cuando al doblar una esquina chocó con alguien, él no estaba preparado para el choque terminando en el suelo no sin antes tambalear un poco. Alzó la mirada un poco molesto.
¡Deberías tener un poco más de cuidado! –Exclamó mirando aquel chico–.
A-hh, lo siento mucho. –Aquel chico no reaccionó de mal forma a como SanHa esperaba, extendiéndole la mano para ayudarlo a levantar—. ¿Estás bien? –Cuestionó una vez el chico se levantó–.
S-sí, gracias. –Hizo una pequeña reverencia–. L-lamento haber alzado la voz, soy nuevo por aquí y me temo que me he perdido.
Aquel chico de cabellos castaños soltó una pequeña risa ante lo dicho de aquel chico.
Dime dónde vives, quizá pueda ayudarte. –Masculló sonriendo tenuemente–.
E-esta bien. –Asintió y le dijo como se llamaba la calle y el barrio donde se había mudado.–
Aquel chico afortunadamente conocía donde estaba localizado aquel lugar, le explicó al más bajo con detenimiento por donde debía ir.
Bueno, ya sabes a dónde debes ir. Yo tengo que irme, suerte. –Sonrió y de a poco fue caminando para alejarse un poco de ahí–.
¡Gracias! –Gritó el pequeño observando como se retiraba aquel chico.
MOONBIN.
Iba camino para la casa de mi amigo EunWoo pues estaba aburrido en mi casa ya que mis padres nunca estaban. Al pasar por una cafetería un chico que se veía menor a él chocó contra él lo cual fue muy gracioso; cuando terminó de darle indicaciones se fue con su amigo.
Con las prisas se me olvidó preguntarle cómo se llamaba al chico. –Pensó, y ya era tarde para regresar a ver si aún estaba ahí.
MoonBin ya había ido a casa de EunWoo pasó el rato jugando videojuegos con él y después se regresó a casa. Al siguiente día se vistió para ir al colegio, se arregló el cabello, se cepilló los dientes, tomo soy mochila y fue al auto para que el chófer lo llevase, como era de costumbre al bajarse de este las chicas comenzaron a gritar por su llegada; y a decir verdad para él era muy fastidioso aquello.
SANHA.
Afortunadamente ya estaba en casa pero al llegar no había nadie y ya era muy tarde, echó un suspiro largo y simplemente se acostó para dormir pues al día siguiente tenía que ir a su nuevo colegio. A la mañana se despertó yendo al baño para tomar una corta ducha, al salir se vistió con su nuevo uniforme, tomó la mochila, suspiró y bajó al primer piso donde estaba su padre esperándolo para llevarlo aquel lugar tan poco deseado por SanHa; el viaje no había sido muy largo, su padre se estacionó y el chico bajó del automóvil despidiéndose de su padre. Temeroso entro al plantel, en sus manos tenía el papel donde indicaba cada clase y su aula, buscaba con la mirada el salón a dónde debía ir aunque sus ojos alcanzaron ver a lo lejos aquel chico del día anterior rodeado de muchas chicas y a sus costados cuatro chicos.
Soltó un suspiro y pasó por un costado de ellos, finalmente encontró el salón y entró a este; como siempre era la maestra lo presentó, él habló un poco de donde venía aunque lo que le molestó fue que cuatro chicos comenzaron a burlarse de él, hizo una reverencia y se fue a dónde le mandaron a un costado de un chico.¡Hey! Mucho gusto, me llamo JungKook. –Masculló con una sonrisa al tiempo que le extendía la mano.
Es un gusto JungKook, mi nombre es SanHa aunque creo que lo acabas de escuchar. –Rió por lo bajo estrechando la mano de aquel chico.
Sí, me gusta tu nombre. Siento que seremos muy buenos amigos SanHa. –Sonrió bajando su mano y poniendo la mirada al pizarrón.
Lo mismo digo JungKook. –Sonrió el chico con brackets, ya tenía por lo menos un futuro amigo y eso lo hacía sentir muy bien.
Al termino de las clases JungKook lo había invitado a comer con él y sus amigos a lo que acepto; cuando llegaron al comedor se acercaron por la comida y luego a una mesa donde se encontraban 6 chicos y 1 chica.
¡Hey chicos! –Dijo JungKook sentándose junto con el chico de brackets–. Él es SanHa y es nuevo aquí en la ciudad.
M-mucho gusto. –Pronunció refiriéndose a los demás ahí.
Mira Sanni-ah, te los presentaré. –De derecha a izquierda–. Él es HoSeok, TaeHyung, Jimin, YoonGi, Jin, NamJoon y Yeri mi novia.
Los demás le sonrieron y saludaron, para SanHa era un círculo de amigos bastante grande. A decir verdad la había pasado muy bien todos eran muy alegres y bromistas, cuando terminó tenía que tomar la clase de química y afortunadamente TarHyung tenía la misma clase; él y su nuevo amigo se despidieron de todos yéndose al salón. Más sin embargo al entrar al aula el chico se sorprendió al ver sentado en las bancas del centro al chico con el que había chocado y para mala suerte de él la maestra lo había asignado con él ya que era el único lugar vacío.
MOONBIN.
Había tenido un día normal, las primeras dos clases habían pasado, comió con sus amigos pero al llegar las horas de la clase de química se encontró con algo que lo dejó atónito, frente de todos y de él estaba aquel chico con el que se había encontrado un día antes, el chico en el que no había dejado de pensar por algún motivo. Y para suerte de él se sentó a su costado.
Valla, qué manera de volverte a ver. –Musitó girando su cabeza para poder verle el rostro a pesar de que el contrario estuviese cabizbajo.
No esperaba volver a verte. –Musitó, había mentido ya que posteriormente lo encontró y él ni siquiera lo noto.
Bien SanHa, me llamo MoonBin y seré tu pareja de laboratorio. –Dijo volteando a ver al escritorio.
Al transcurrir las dos clases fue a la última que recibirá y era literatura y al parecer estaba destinado a que el chico con brackets le tocará con él y encima a su costado. El maestro se retiró por unos momentos.
Bien SanHa, ¿Estás persiguiéndome o qué? –Dijo en tono de burla observándolo.
Ya quisieras niño popular y engreído. –Masculló sin pensar lo que había dicho–. Bueno lamento lo de engreído.
¿Popular?¿Anteriormente ya me habías visto? –Cuestionó bastante extrañado.
¿Entonces su eres el idiota engreído del que me estaban hablando? –No podía creerlo, estaba frente al chico millonario y malvado del que JungKook le había hablado.
Hey, no soy idiota ni engreído. Quizá ya te han hablado estupideces de mi ¿Verdad?
¿Y si es así qué? Pareces ser el típico niño rico al que todo mundo quiere y sus amigos son igual a él. . .
Entonces si me viste, vamos SanHa no puedes creer eso cuando apenas acabas de llegar y ni siquiera me conoces. –Bufó rodando los ojos, se había indignado.
No tengo buena experiencia con los ricos MoonBin, todos son malos y siempre me han tratado mal. –Explicó quedando en absoluto silencio pues el maestro ya había regresado.
SANHA.
Los minutos parecían eternos y solo anhelaba poder irse, el ambiente había sido muy tenso después de aquello. Finalmente acabado la tortura de SanHa, guardo sus cosas, tomó su mochila y se fue lo más rápido posible del salón y del colegio; caminaba con lentitud hacia su casa pues sabía que no estaría nadie, nunca lo estaban a él siempre lo dejaban solo y ellos acabando el trabajo de su padre y su madre iban por su hermano menor y se iban a algún lugar a comer o a divertirse dejándolo a su fortuna. Nunca se había sentido querido dentro de su familia, no le hacían caso, todo el tiempo lo dejaban solo y mucho me os se preocupaban por él; le daban todo lo que necesitaba, sí, pero SanHa se sentía muy solo y vacío como si algo le hiciera falta y ese algo, era cariño, amor, el que nunca recibió de sus padres.
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Never go away. [ SαɴBιɴ ]
Novela JuvenilMoon Bin era un chico muy atractivo y popular, tenía una vida de ensueño ante los demás ojos, pero para él no era así. Yoon San Ha era un chico adorable que no poseía muchos amigos y tenía una vida muy agitada, bastante mala a decir verdad. Eran d...