Ella es un pícaro

17 | Hunter

Después de escuchar todas aquellas tonterías que mis padres intentaron decirme abandoné mi casa de inmediato, claro que lo hice después de que el dolor cesara.

Camine por el bosque durante un par de minutos, hacia frío y se podía apreciar todos los sonidos existentes. De alguna manera era reconfortante escuchar a la naturaleza.

Después de llegar a un especie de lago me recoste contra  un árbol y deje que Morfeo me tomará en brazos para dormir.

Cuando desperte, el frío ya había cesado, me levanté y aprecie aquella hermosa vista una última vez. Mi casa estaba un poco lejos así que aproveche para reflexionar un poco todo lo que estaba sucediendo.

Mi mate al parecer tiene algún tipo de demonio malvado y vengativo en su interior además de que es muy peligroso, que si se encuentra con su amante será el fin de todo... o algo así había entendido. Mierda; debí ponerle más atención a aquella bruja. Después de un par de minutos llegue a  la manada, para mi mala suerte lo primero en recibirme fue Megan.

-Amoooooor-cantó ella con su típica voz de niña.

Lo que faltaba.

Opte por ignorarla y seguí caminando a paso apresurado.-Bebéeeeeeee-volvió a gritar sentí como si la cabeza me fuera a explotar-¡Hey!-dijo cuando sus brazos rodearon mi cuello, me pregunte como es que soy capaz de soportar a tan irritante mujer.

-¿Qué quieres?-no me moleste en ocultar mi molestia, aunque en realidad ella no tenía la culpa de nada.

-Mmm... yo. Bueno, escuche que no dormiste en casa-dijo vacilante-Y quería saber ¿Por qué?-preguntó al final.

-Porque no quise dormir allí-contesté seco.

-¿Y donde dormiste?-fue la segunda pregunta que hizo, comienzo a sospechar que piensa que dormí con alguien más.

-No tengo porque decirtelo.-contesté.

-¡Tienes que! ¡Eres mi mate, merezco respeto!-chilló supuestamente dolida.

-¡Callate zorra!-grité sin pensar. Mierda.-¡Estoy harto de tu voz! ¡Hazme un favor y mantén tu osico cerrado!

Su boca era una fina línea se mantuvo callada unos segundos, sus ojos se aguadaron y las lágrimas comenzaron a decender por sus mejillas.

Los sollozos se hicieron presentes y me moleste más.

-Megan, madura y deja de llorar por favor, pareces una niña mimada.-aquello la dejo en shock, y me retiré de allí por el bien de ambos.

Nadie se me acerco en el trayecto, al parecer mi humor era demasiado fácil de percibir. Y una vez que llegue a casa la voz de mamá fue lo primero en hacer presencia.

-¡Hunter! ¿¡Donde demonios estabas!?-escandalizó.

-Mamá, por favor. No quiero ser molestado en este momento.

-¿Molestado? Por la diosa luna ¿Desde cuando eres tan malcriado?-sollozó.

-Deja el drama mamá, enserio.-aquello posiblemente la indigno, y estoy casi seguro de eso porque después de soltar aquellas palabras se acercó a mi y con creo toda su fuerza me golpeo la mejilla.

-¡A mi me vas a respetar! ¡Soy tu madre te guste o no!-chilló.

-¡Mierda, ¿Por qué todas están tan jodidamente dramaticas?!

-¡Hunter Blake!-sonó la voz de mi padre.

GE-NI-AL

-¿Qué es esta falta de respeto a tu madre?-cuestionó mientras abrazaba a mi madre.

No respondí, no quería empeorar las cosas-¿No vas a responder?-volvió a cuestionar.-De verdad que tu existencia me avergüenza en estos momentos, se supone que serás el próximo Alfa que liderará esta manada y actuas como un niño, ese no es el comportamiento de un futuro Alfa. Tu mate es peligrosa y quieras o no debes de aceptarlo, si es mala para la manada la rechazarás porque antes de que todo esta la manada. Y si no eres lo suficientemente maduro para soportar la verdadera responsabilidad será mejor que busque un nuevo heredero.

Estaba en estado de shock, ¿Desde cuando todas las cosas me salían mal o estaban en mi contra? ¿Por qué de repente tengo más problemas de los que puedo sobrellevar? Me sentía como un niño inmaduro que no puede hacerse cargo de sus asuntos. O tal vez nunca he podido sobrellevar mis asuntos.

Jodeeer, que pena he de dar.

-Iré a mi habitación,-dije.

-¿Enserio? ¿Vas a huir de esta conversación? ¿Desde cuando eres tan cobarde?-dijo molesto.

¿Cobarde? ¿Yo?

-No soy cobarde, solo que estoy harto de todos ustedes y de sus estúpidas actitudes, los que parecen niños malcriados son todos ustedes. Ella es mi mate, por lo tanto mi problema. Si es mala ya veré como arreglar eso. Así que de la forma más cordial les pido que no se metan en mis asuntos.-sabía que de alguna forma estaba siendo cruel con ellos.

Me estaba descargando con todos a pesar de que nadie tenía la culpa de que no puedo controlar mis problemas. Sí, era un niño malcriado.

Subí a mi habitación y me deje caer en la cama, vaya problemas que tengo y todo comenzó cuando una hermosa chica llegó a mi vida de la forma más inesperada posible.

-La necesito-dijo una voz.

-¿Ya no estas molesto?-dije fastidiado.

-Nuestra estupidez las alejo, ya no nos pertenecen, puede que para esta hora mañana sea la mujer de otro lobo. Están sucediendo cosas que no nos incluyen.

-¿De donde estas sacando esas cosas?-estaba muuuuy confundido.

-Solo lo sé-dijo y cerro nuestra conexión.