04 | Hunter

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Mi mate...

Mi otra mitad.

Mi amor eterno.

Era un jodido monstruo.

Era un pícaro, ¿Cómo podía tener tanta mala suerte? Que hice para que la diosa luna me castigará de esta forma.

¡Una pícaro como luna de la manada White! Hasta ridículo sonaba. Me niego a hacerla luna.

Prefiero morir de dolor que aceptarla. Es más mañana en la noche la rechazaré. No permitiré que mi reputación se arruine por esta estupidez.

Una grandísima y hermosa estupidez.

Que estaba al lado de un estúpido pícaro que se cree alfa.

Pff... imbécil.

¿Cómo se atrevía a estar tan cercas de MÍ mate? Era mía. Todavía no la rechazaba así que me pertenece aun. Y el estúpido no se molesto en esconder el hecho de que estaba completamente atraído por ella.

Luego mi futuro beta, mi mejor amigo... ¡Estaba también babeando por mí mate!

¡Estúpidos imbéciles!

No perdonaré esto.

Ella es mía. Solo mía. Mía. Mía.

O al menos lo es hasta mañana en la noche.

Cuando nos retiramos me fui directamente a mi habitación, estaba confundido y estresado. ¿Cómo puede ser que ella, una pícaro, sea mi mate? Es completamente loco. Me deje caer sobre mi cama boca arriba y permití que los pensamientos golpearan mi confundida conciencia.

Esto esta mal, de repente alguien entra a mi habitación sin tocar la puerta estaba a punto de quejarme cuando veo los ojos de mi madre... ¡Perfecto!

-Me he enterado, tu padre me contó todo.-dijo en voz baja.

-¿Lo sabes? Joder, si el dijo que ni hablaríamos de eso.

-¡Soy tu madre! ¡Tengo derecho a saber!-also la voz.

-Ya pues lo sabes, mi mate, mi pareja, es un repugnante pícaro. Ella la que seria mi futura luna no es más que un lobo despreciable.

-¿En verdad piensas eso de ella? ¿De tu mate?--pregunto con su característica voz tranquila.

-No... no se, mi padre siempre me demostró que eran criaturas horribles y traicioneras. Pero cuando la vi, madre lo juro, era la loba más hermosa que había visto, tan fuerte e independiente. ¡Es preciosa!

-Entonces no la odias... solo estas confundido.-declaro.

No, no esta confundido. Esta en el hoyo de la confusión eterna. Odiaba lo que ella era, pero la amaba.

¿Osea qué? ¿La amaba o la odiaba? Maldición si seguía pensando terminaría sin cabeza.

Sabía que parte de mi inmensa confusión era culpa de mi padre, que me había dicho cosas tan horribles de ellos.

Pero me pongo a pensar hace años que ya no hay problemas por los pícaros y hasta intentan crear una manada. Intentan volver a formar parte de algo, una manada, una familia.

Ella...

¿Que habrá sucedido en su pasado para que terminara siendo un pícaro? ¿Ser problemática? ¿Defender a un cazador? ¿Involucrarse con un vampiro? Esa última pregunta logro ervirme la sangre, ella no podía estar con nadie, ni pensar en nadie. Solo en mi. Porque es mía.

El estúpido instinto de mates comenzaba a molestarme, no quería pensar en ella siempre o molestarme si estaba o hablaba con alguien. Quería ser libre, como lo era hace apenas un par de horas. Pero las cosas pasan por algo ¿No?

Ella es un pícaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora