El gato de mis sueños

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    "¿Duermes conmigo?" Era lo que le había dicho un gato joven abrazado a una almohada, sentado en su cama, a mitad de la noche... Era tarde, hace tiempo que no cerraba sus ojos para descansar y era normal tener visiones por eso... pero una como esta...
Rai no lo podía creer, entró a su habitación para recuperarse y se encontró a un lindo gatito en su cama, invitándolo a dormir con él... No estaba seguro si era una trampa o había muerto...
-¿Qué haces aquí?
-Duerme conmigo-dijo el joven, aún sonriente-Te aseguro que podrás descansar y recuperar tus energías, después de todo yo soy tuyo-...esto último... el mayor no sabía que quería decir exactamente. ¿Un niño estaba obsesionado con él o algo? Pero antes de poder decir algo, el extraño gato continuó-¿Por qué no dices nada? Creí que te alegrarías de verme...-sus orejas bajaron, su cola dejó de balancearse y su sonrisa desapareció.
-¿Quién eres?-elevó una ceja.
-No puede ser que no te des cuenta, soy quien te ayudaba a dormir en las noches... Konoe-sonríe.
-....-no lo recordaba-Eh...
-Nos conocimos cuando eras un niño y tenías problemas para dormir, pero nos alejamos cuando empezaste a tener pesadillas bastante... fuertes. Así que decidí volverme más fuerte para poder protegerte de ellas-elevó ambos brazos y su sonrisa aumentó-Como verás he cambiado, tanto que puedo hablar contigo cara a cara por una noche, ¿no es genial?-abraza la almohada con mucha fuerza.
Aún sin saber que decir, Rai se acercó al menor y se sentó en la cama, este simplemente dejó caer su sonrisa y esperó una respuesta del otro. Estaba algo nervioso debido a su mirada penetrante pero se relajo al notar un ligero cambio en su ojo...
-Ahora que lo pienso... es cierto. Cuando era pequeño soñaba con un niño más pequeño que yo con el que jugábamos en el parque. Eso era lo que me ayudaba a mantenerme en pie cada vez que me sentía mal...-de repente, El corazón de Konoe late con fuerza en su pecho al ver una sonrisa cálida aparecer en el rostro de Rai-Veo que has crecido... un poco
-H-hey...-no le gustaba que le dijera pequeño, pero que viniera de la boca de Rai no sonaba tan mal -Por lo menos ya recordaste
-Si...Me legro de haberlo hecho
-¿Eh?-No se había dado cuenta de lo cerca que estaba el mayor, se había paralizado
-Debiste esforzarte mucho para superar mis pesadillas-toca su parche-¿Cómo lo hiciste...?
-Bueno... ehh, yo...este...-sus mejillas se tornan rosas y Konoe se rasca una mejilla con un dedo, desviando la mirada.
-¿Mh?-Esperando una respuesta, eleva una ceja
-Yo...-inhala y exhala-No podía soportar el verte sufrir por más tiempo... y en aquel entonces también estaba encargado de alguien más, lo que me ponía trabas...
-¿De qué estás hablando?-por dentro comenzó a sentir una suave calidez en su pecho
-Verás... ayudantes del rey de los sueños, como yo, son enviados a cuidar la mente de dos niños por cierto tiempo. A mí me asignaron a un gato llamado Asato y cuando estuvieron por asignarme a alguien llamado Bardo me negué... al verte a ti en uno de tus sueños-le costó un poco pero sentía que ya era tiempo de decir sus sentimientos-Había un brillo a tu alrededor que me atrajo y... fue cuando me acerqué a ti y evite que tengas una de tus primeras pesadillas de niño. Me alegra que me dejaran encargarme de ti-sonríe con nostalgia-Cuando creciste y perdiste tu ojo derecho... no pude hacer nada, me sentí tan inútil... Decidí concentrarme un poco más en Asato, debido a su sufrimiento durante las noches, hasta encontrar una forma de ayudarte. Y lo conseguí, gracias a él. Le debo mucho a Asato, tengo que encontrar una forma de agradecerle algún día.
-¿Qué hiciste?-En el fondo le afectaba el haberse olvidado de Konoe y enterarse de que lo alejaron de él, pero ahora que lo volvió a ver estaba seguro de que todo iba a cambiar.
-Cante. Al principio no era una canción tan fuerte como para espantar tus pesadillas pero practique mucho y por fin lo logré, las alejé de ti... Esta noche podrás dormir en paz-regresa su mirada a Rai con una enorme sonrisa-También logre materializarme fuera de tus sueños, lo que hace que todos puedan verme e interactuar conmigo como si fuera un gato común y corriente. Todo gracias a nuestro jefe, él nos dijo que "si necesitábamos llegar a extremos que parecen ser imposibles para cuidar los sueños... que así sea".
-...Hn, gato estúpido...-Konoe dejó caer su sonrisa pero se sonrojo al ver la sonrisa del mayor-¿Por cuánto tiempo estarás conmigo y ese tal Asato?
-Hasta que elija a uno. Como ayudantes de Morfeo es nuestro deber tener a alguien a quien cuidar... pero sólo a uno
-¿Y a quién elegiste?-sonríe arrogante.
-¿P-por qué lo preguntas?-desvía la mirada
-Que cambio, al principio no te veías tan nervioso cuando me pediste dormir contigo
-¡E-eso era diferente!, quería ver si me recordabas...N-no quise decirlo... de... forma... que sonara...-Rai se encontraba más cerca, lo que comenzó a ponerlo más nervioso internamente, trataba de que no se le notara pero el hablar lo delataba
-Konoe...-escuchar su nombre de él lo hacía sentir tan feliz.
-A ti-lo dijo sin más rodeos-Te elegí a ti. Ahora... sólo debo avisarle a Asato de esto. Me siento mal por él
-Ese gato estará bien, yo soy el que necesita de ti más que nadie
-¿Eh?
-Sólo tú puedes alejar mis pesadillas, ¿no?
-Rai...
-Bueno...ya va siendo hora-se aleja, se levanta y se quita el equipo-
-Oh, tienes razón-dirige su vista hacia la ventana abierta y la regresa a Rai
- Y no te preocupes por Asato, sólo dame su ubicación y yo le avisaré.
-¿Seguro?-Rai asiente- Está bien. Te lo encargo-sonríe- Bueno, ya es muy tarde y tienes que dormir
-¿Quién dijo que era hora de dormir?
-¿Eh? ¿No me habías dicho que-?-Rai lo acorraló poco a poco en la cama-¡R-rai-!
-Con respecto a tu pregunta-los ojos de Konoe lo observaban con curiosidad-No voy a dormir contigo
-....La pregunta...
-Si... porque contigo tan cerca me es imposible-sin dejarlo responder lo tomo entre sus brazos.
Al amanecer del siguiente día, Rai partió. Salió de Ransen para ir directamente a Kira. Allí no fue recibido con una sonrisa, pero eso no lo sorprendía. Después de todo así era Kira con todos. Allí pidió ver a Asato al jefe de la aldea, quien le preguntó el porqué...
-Tenemos un asunto pendiente y debemos hablar-fue lo único que dijo. Al notar la urgencia el anciano no dijo más, le pidió a Kagari que le avisara a Asato para que viniera pero Rai se negó, ya que él mismo quería hablar con él en privado y Kagari no tuvo más opción que escoltarlo hasta su casa. Una vez allí, al tocar la puerta un gato negro abrió la puerta, Kagari le explicó al joven lo que sucedía ya que este los observaba ligeramente sorprendido y con algo de curiosidad.
Asato, en verdad era él. Ahora que se había ido la gata podían charlar tranquilos. Rai se presentó y habló con él sobre Konoe. Apenas lo nombro los ojos del gato brillaron y una sonrisa amarga apareció. Le contó que ahora Konoe puede aparecer en el mundo real, lo que lo alegró bastante, y a quién de los dos eligió cuidar...
-Tú eres el elegido, entonces...-Rai no dijo nada-¿Dónde está él?
-No lo sé, en la mañana desapareció. Supongo que volvió al reino de los sueños
-Es cierto, si aparece en el mundo real debe firmar el contrato
-¿Contrato?
-¿No te contó? En un sueño le pregunté qué pasaría si elige a alguien como protector de sus sueños y apareciera en el mundo real...
-¿Qué te dijo?
-Que una montaña de papeles caerían sobre él, pero podría terminar rápido con eso así que no había ningún problema...excepto...
-¿...?-Rai eleva una ceja, esperando que el otro gato frente a él continuara. Entrecerró los ojos al notar la preocupación en los ojos de Asato y ver su sonrisa caer.
-Que las pesadillas lo buscarán. Ahora que pasó a ser tu protector su vida estará en riesgo, uno muy grave.
-Eso me preocupó al principio, pero ya no importa-el par volteó hacia la cama de Asato, donde pudieron contemplar a Konoe abrazado a una almohada-Yo quise esto y ahora es mí deber
-¿Por qué no me lo dijiste?
-Lo olvide-responde sonriente, pero Rai sabía que era una completa mentira-Gracias, Asato
-Konoe...
-Oh, es verdad. No me habías visto "en carne y hueso", solo en sueños-se frota la nuca.
-¿En verdad te gusta este tipo?-mira de reojo al gato de cabello plateado, cambiado por completo el tema.
-No me digas que sigues enojado con él...
-¿Enojado? ¿De qué están hablando? Yo lo acabo de conocer, no le hice nada
-Lo sé, no tienes que decírmelo... Solía contarle de ti, sólo ciertas cosas, porque descubrió quien era y me pregunto muchas cosas. Siempre me decía que no eras de confianza y todo eso, pero sigo sin entender por qué-tan inocente como siempre, Konoe no podía notar la atmósfera que se había formado entre ellos dos.
-Aah... ya entiendo-Konoe salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Rai.
-...-Asato no dijo nada, el choque de las miradas del par parecían sacar chispas.
-¿Qué?
-Nada, salgamos de aquí-Rai volteó pero Asato lo detuvo cuando volvió a abrir su boca.
-Aún no me contestaste, Konoe-el cambio en el tono de voz le llamó la atención al menor-Dime, ¿en verdad te gusta este gato?-no quería escucharlo, pero a la vez tenía que...
-...Si...
-...Cuídalo bien o te lo quitaré-sin voltear, Rai suspiró y retomo el paso.
-No tienes que decírmelo. Vámonos, gato tonto-aquello último no le gusto para nada a Asato
-Lo siento, Asato. Ojala nos volvamos a ver pronto-con una sonrisa en su rostro, se acercó al mayor y este sonrió, siendo cautivado por su brillo. Asintiendo, Asato lo vio alejarse con Rai al frente... extrañará soñar con él, su único amigo con quien quiso algo más...Aunque desde un principio supo que no tenía oportunidad, se notaba. Aún así tenía la esperanza. No podría darle su corazón a nadie más porque Konoe no sólo se apoderó de su mente, también robo su corazón.    

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2017 ⏰

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