One-Shots de TnC, Lvtb, DmmD y Sp

El Circo

"Este lugar es extraño" Fue lo primero que pensó. Nunca se imaginó terminar perdido en medio de extraños disfrazados, yendo de un lado a otro debido a sus trabajos. Animales enjaulados en enormes carros rodeados de personas que parecían ser los cuidadores... aunque llevaran puesto trajes de colores.
  El pequeño Youji de 10 años había terminado en un circo gracias a las insistencias de su amigo Makoto, de 12 años, quien deseaba enormemente venir aquí alguna vez.
  Cuando los padres de su amigo pagaron la entrada, Youji fue tomado de la muñeca y arrastrado hasta los asientos de primera fila. Su amigo estaba muy emocionado y eso aún no lo comprendía, ¿qué tenía este lugar que fuera tan maravilloso? Su pregunta obtuvo respuesta instantáneamente al apagarse las luces, dando comienzo el show.
  La música llenó sus oídos mientras que las personas que se encontraban en el escenario con trajes llamativos realizaban sus acrobacias. Debía admitir que eso era bastante interesante.
Al terminar Makoto saltó de su asiento con una enorme sonrisa al ver aparecer a los famosos payasos que tanto le ha mencionado en la semana. Eran cinco pero dos llamaron su atención, parecía que no se llevaban bien... o eso creía porque el "acto" lo hacía dudar.
  Después de los pastelazos y las bromas uno de los dos payasos, de cabello largo y rubio con un parche en el ojo, se acercó al pequeño Youji y todo el público vio con ternura como le entregaba una rosa blanca. El pequeño se paralizo aun viendo como el payaso le sonreía, sintiendo un aura extraña de parte de Makoto. Todos exclamaron un "awww" pero estallaron en risas al ver al segundo payaso... quemar con un soplete la rosa y la mano de su compañero. El artista dio saltos mientras agitaba su mano en el aire de una forma tan cómica que las risas aumentaron.
  Makoto sonrió al ver "sufrir" al payaso pero aquella sonrisa cayó cuando las manos de su mejor amigo fueron tomadas por el otro payaso, quien lanzó a hacia atrás el soplete y sacó de su galera un ramo de margaritas. En ese instante la ternura se fue por el caño al ver a un mago correr hacia el payaso con el ceño fruncido, gritando: "¡Oye! ¡Devuélveme eso!"
  Tantas risas, gestos, acciones y reacciones confundieron tanto Youji, quien en el fondo creía que debía hacer por lo menos una cosa... pero no sabía qué. Hasta que vio al payaso del soplete correr con el ramo, casi destruido, hacia su dirección. Aún sin poder salvarse del mago y sus palomas. Cuando el payaso giro Youji tomó la galera, metió la mano y saco un huevo. Con eso vio pasar al mago y... se lo lanzó. Makoto y sus padres fueron los únicos en shock. Ni Youji se lo esperaba pero una pequeña sonrisa adornó su rostro. El mago se limpió el rostro con la mano y se acercó a Youji con extraños pasos fuertes que divertían al público.
  Youji sostuvo la galera más fuerte contra su pecho mientras observaba al mago tender una mano frente a él. El pequeño vio la mano y luego al mago antes de negar con la cabeza. El hombre insistió pero el pequeño no quería. En eso una torta cayó sobre el mago al intentar tomar la galera del niño... Fue Makoto, a quien le fue otorgado una de parte del maestro de ceremonias.
  El hombre se fue refunfuñando con las palomas volando sobre él y las cartas cayendo de su traje. Fue bastante divertido y lo mejor de todo fue aquel pequeño "final del acto" donde el payaso rubio de cabello corto le fue devuelto "su galera" y este recompenso al niño con una sobadita en la cabeza y una bolsa de caramelos... más un nuevo ramo de flores, pero esta vez tulipanes anaranjados.
  Más tarde, mientras dos artistas cantaban, Youji abrió sus ojos de par en par al ver a una mujer realizando acrobacias con miles de trapecios. Varios artistas de talentos diferentes salieron uno por uno mientras la estrella principal llenaba los corazones de las personas de alegría y calidez.
  Una vez terminado el show Makoto no paro de hablar, lleno de comida, globos, muñecos y rostro pintado. Youji sólo lo escuchaba con una pequeña sonrisa adornando su rostro, él también llevaba lo mismo que su amigo, sólo que en menor cantidad y el rostro limpio.
  Fue maravilloso, quizás vuelva el año próximo...