Emma Prescott cambia de universidad, nadie sabe el porqué si ella no es la típica chica asocial y tímida, todo lo contrario. Pero ella oculta algo. Muy pronto un chico vendrá a su vida al cual el destino le causará una mala pasada.
Chris Walker...
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Aún escucho la lluvia cayendo sobre la tierra, siento desesperación y miedo, huele a humedad todo está oscuro y nublado,casi es imposible ver.
-Chris... Chris- escucho a una chica llamarme,al principio como un susurro luego más fuerte.
-¡Chris por favor!-escucho un grito desgarrador a lo lejos.
Esa voz era muy familiar pero estaba un poco distorsionada
-¿Quién eres?-Pregunto a la nada.
-Fin del juego-escucho que me susurra, los ojos me empezaron a arder.
-¿Dónde estás?-grito tan fuerte como puedo, pero se escucha como un quejido ¿Qué me está pasando?.
-Dijiste que nunca me harías daño Chris, dijiste que me querías-dice la voz de la chica con un terrible dolor.-¡Lo prometiste!-
Cada vez la voz se me hace más conocida hasta que una figura aparece. Era ella llevaba el mismo vestido blanco que la última vez.
-¡Anne vuelve, vuelve por favor!-trato de decir pero no se escucha algún sonido y no puedo moverme en absoluto. La desesperación empieza a dominar mi cuerpo.
-Todo esto es tu culpa Chris, tú me hiciste esto-la voz Anne resuena como el eco en una cueva
El aire me empieza a faltar,mis pulmones queman, me sentía inútil, estaba pegado al piso sin poder hacer algún sonido o movimiento.
-Eres un asesino Christian-dice con odio y furia-Tú me mataste-chilla y desaparece entre la niebla.
Despierto sobresaltado casi sin poder respirar, mi cuerpo está mojado por el sudor y mis ojos arden como en mi sueño. Todo era una pesadilla, esa maldita pesadilla que me persigue cada noche.Volví a soñar con Anne, esto nunca me abandonará, ella no me dejará.
