capítulo III

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Conexiones del destino.

Emma/perspectiva

Al verlo me trato de acercar a él, la curiosidad puede más que yo. El chico tendrá como unos 20 años, algo en él me resultaba muy misterioso, su rostro era angelical, casi tanto como la escultura que se encontraba en este mismo jardín, era alto y su palidez extrema parecía irreal. Su cara refleja tristeza pero no podía dejar de mirarlo, era inevitable, como cuando te quedas horas analizando una pintura tratando de averiguar lo que quiere decir, su significado.

Creo que debería irme,seguro debe estar muy cansado para que  durmiera en un lugar tan incomodo como ese banco—pensé para mí misma— ¡además si despierta creerá que soy una completa acosadora!

Su respiración era pausada y rítmica ,hasta en el momento que el completo desconocido despierta.

Al abrir los ojos casi se cae de la impresión al verme, sí justo como lo había predicho debo parecer una psicópata completamente.

Mi cara empieza a enrojecer de la vergüenza y los nervios comienzan a atacarme.

—¡No todo es lo que crees, siento mucho haberte asustado!—le suelto con mucho bochorno—Debí parecer una maldita psicópata!

Él se queda mirándome un rato, como si hubiera visto a un muerto, observando y escaneando cada detalle de mí con sus profundos ojos grisáceos ¿Estaría juzgandome?

—¡Todo esto tiene una clase de explicación!—miento descaradamente.

Pude ver que una comisura de su boca empieza a levantarse como si algo lo estuviera divirtiendo. En ese momento noté que tenía un lunar en la mejilla izquierda, pero no pude seguir mirándolo. Su mirada profunda y cansada hacia que me pusiera aún más nerviosa,al extremo que me sudaban las manos. ¿Estaría confundido o simplemente le divertía que soy estúpida?

Al ver que mi ridícula situación no mejoraba, decidí hacer lo mejor. Debía irme.

Le pedí disculpas, le dí la espalda y me fuí caminando para no verme patética corriendo. Prácticamente quería huir con dignidad. Pero el desconocido finalmente me habló.

—Quedate,por favor— me pide— en sus ojos podía ver  sufrimiento, pero su actitud demostraba todo lo contrario, era tranquila.

Me gustaba ver lo bonito en lo triste de sus ojos de ceniza. Era muy extraño que él me pidiera eso.

—Ni siquiera me conoces— le respondo a su pedido

—y al igual que tú tampoco sabes quién soy, así que es perfecto. ¿Cómo llegaste hasta aquí?— me pregunta

—No lo sé, pero me alegro se haberlo hecho este lugar es... especial.— me interrumpo—debo  irme, mmm fue un placer, supongo que algún día nos volveremos a ver.— le afirmo al extraño con la camisa elegante manga larga enegra

—¿Entonces quieres dejar todo en manos del destino?—pregunta un poco impresionado.

—No creo en el destino, creo en las casualidades—digo

—Tú manera de pensar me parece fascinante, pero algo si te aseguro,si el destino ni la casualidad está de mi lado. Entonces me encargaré de encontrarte de nuevo— me afirma.

Réquiem: Entre Sombras Y Secretos #FrostGalaxyAwards2018 #ShAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora