SECUESTRO

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ELENA POV

Me sentía mal, me sentía triste, me sentía sucia, en resumen me sentía de lo peor. Aún las palabras de Klaus estaban en mi cabeza "Quiero que secuestres a los niños".

No quería hacerlo, aunque mi mente decía que lo hiciera, que se los diera y hacer sufrir a Mateo y por desgracia, también ha Amore, una niña la cual me ayudó cuando estaba apuntó de morir y me dio su amor y cariño.

Desde que había regresado a la vida, mi mente era diferente, sólo quería hacer el mal y aunque no quería hacerlo, cada vez me era difícil.

Contando ya había hecho sufrir a treinta personas y también matado a veinticinco.

Sabía que estaba haciendo mal pero aunque no quisiera aceptarlo...me gustaba, me sentía bien, me sentía viva de nuevo.

Yo no era así, yo era buena, no me gustaba hacerle mal a nadie ni menos a la personas que amaba, pero ahora estaba aquí a punto de hacer algo que me lastimaba pero sabía que los lastimaría más a ellos y más a Amore, que es su mamá y los parió.

Yo nunca he sido mamá y tampoco me he embarazado de nadie, mucho menos de Abraham, él cuál siempre me lo hacía pero no usábamos protección y si, sé que suena raro, porque cuando alguien lo hace con una persona y sin protección PUM quedas embarazada, pero nunca pasó conmigo.

Klaus nunca amo a nadie, ni mucho menos daría su vida por la de nadie. Él no tiene corazón y si lo tiene es negro y frío igual que él. Todos lo sabían, todo y cada uno de los vampiros si les preguntarás si Klaus amo alguna vez, ellos te dirán que no, porque lo conocen y también yo, o eso pensábamos todos.

Nadie sabía el pasado de Niklaus, ni sus servidores más viejos con los que él estuvo toda su vida de joven.

Mire las ventanas, decidiendo cuál niño me llevaría primero. Sabía que ellos no dormían juntos y tenía que buscarlos uno a uno y llevarlos donde él. Aún rondaba dos preguntas en mi cabeza "¿Porque Klaus quería los hijos de Abraham y Amore?" "¿Que haría con ellos?".

Fui a una de las ventanas y sonreí al ver a Matías. Se parecía mucho a Amore, pero sus ojos eran los de su papá.

Mi pecho se estrujo al verlo dormir como ángel, no quería hacerlo, no quería que por mi maldita culpa él sufriera, pero aquí estaba yo, en su ventana admirándolo y a poco segundos de secuestrarlo.

Levante un poco la ventana e iba a entrar pero me aleje al ver una luz prendida a mi lado. Era la del cuarto de Taissa.

Fui a su ventana y me extrañe al verla en la cama, ella se estaba moviendo de un lado a otro y se retorcía, como si la estuvieran electrocutando.

Me acerqué más a la ventana la cual estaba abierta. ¿Cómo la luz se había prendido? Taissa empezó a decir cosas sin sentido, que cualquiera no hubiera entendido pero para mí mala suerte yo si las entendía.

- No... Hermanos... Klaus... Elena ... mamá...
muerte ... Gabrielle- susurro aún con los ojos cerrados.

La última palabra no la entendí "¿Quién era Gabrielle?" pero lo más importante, "¿COMO TAISSA SABÍA EL NOMBRE DE ÉL?".

Me quede de piedra al ver a una mujer que me miraba "¿Amore?" Y como si ella me hubiera leído el pensamiento, negó con la cabeza. La mujer se acercó y me miró sin expresión alguna.

- Elena, está no eres tú, él te controla- dijo dejándome boquiabierta.

- ¿Quién me controla?- pregunte, desde que volví a respirar sentí como si alguien me controlará y si yo no sabía quién era, mucho menos lo iba a saber ella.

- Él mismo que te mando a que los secuestraras. Sabes lo que va a pasar si lo logras o fallas- dijo mirándome con sus ojos grises, los cuales estaban apagados.

Sabia de ante mano que si no les traía a Luna y Matías a Klaus, él me haría sufrir y luego sin importarle que sean enemigos le dirá y si lo lograba... la culpa me iba a seguir toda mi vida y sabía que me encontrarían aun teniendo ese hechizo que hizo ese brujo para que no pudieran sentir mi aroma.

- Tengo que hacerlo- dije insistiendo.

- No sabes en lo que te estás metiendo- dijo cada vez más cerca de mí, me tuve que sostener de los andares de la ventana para no caerme.

- No me estoy metiendo en nada, sólo estoy haciendo lo que me mandaron- dije un poco molesto por sus palabras.

- Tú nunca les has hecho caso a alguien, no te metas en asuntos que no sabes, aléjate lo más posible de él y Amore, aléjate- dijo antes de desaparecer.

Di un respingo y moví mi cabeza. Solo había sido mi imaginación.

Fui nuevamente a la ventana de Matías, cerré los ojos antes de entrar, quite la sabana y lo tome con delicadeza, tratando de no despertarlo, salte y fui al carro, lo senté atrás y le puse el cinturón de seguridad, corrí a la ventana de Luna e hice lo mismo que con Matías.

Antes de saltar con Matías, vi a Taissa que seguía retorciéndose pero esta vez no decía nada.

Empecé a manejar alejándome de esa mansión en la cual viví cosas buenas como también malas.

Cuando por fin llegue al lugar, tome a los dos con delicadeza y los puse en mi hombro.

Entre al lugar con paso lento, Klaus me esperaba sentado en una silla "
¿Impaciente?

Mi mente debe de estar jugándome una broma. Klaus al ver a los niños sonrió y se levantó.

- Siéntalos en el piso y encadena sus pies, no quiero que corran- dijo para después reír.

Lo había confirmado nuevamente. Klaus no tiene corazón.

- Ya hice lo que me pediste, ahora déjame por favor no quiero seguir haciéndole daño a las personas.

- Es enserio que eres muy cómica- dijo riendo nuevamente- has matado a veinticinco personas y sufrido a treinta y aún dices que no quieres hacer daño cuando ya lo hiciste, ay mi pequeña y tierna lobita- dijo tomando mi cara con sus manos- tú eres igual que yo, no lo niegues linda, una mujer "buena" - dijo haciendo comillas en el aire- no hubiera matado a esas personas y raptado a los hijos de las dos personas más importantes en tu inútil vida: uno es el amor de tu vida aunque la verdad, aun me quedo sorprendido de que no lo hayas raptado o besarlo y sé que las ganas te matan y el segundo es tu linda princesita a la que prometiste no hacerle daño y te has llevado a sus dos queridos hijos- dijo quitando sus manos.

- TE ODIO- grite, él puso un dedo en sus labios callándome.

- No queras que despierten- dijo divertido, Klaus se alejó y encadenó los pies de Luna y Matías, fruncí el ceño al ver que Klaus se quedó mirando a Matías con una mirada la cual no conocía.

Me di vuelta sin antes ver a Klaus con odio y a los niños con lastima.

Era verdad todo lo que había dicho él, yo ya no era buena persona, yo había cambiado y quería volver a ser la de antes pero algo me lo impedía.

- Lo siento Amore- susurre al viento.

Inmortal Love #PremiosObs2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora