Inmortal Love #PremiosObs2017

CAPÍTULO 75

AMORE

- ¿Donde estabas? - pregunto Gabrielle a mi lado, yo no respondí, Gabrielle fruncio el ceño y vio el pasillo donde estuve llorando, Gabrielle se sento a mi lado y paso su brazo por mi hombro  - no debiste de seguirlo

- Yo... él...

- Lo se pero cambiará

- Por ella no por mí

- No, aunque tu no lo creas el no volvió porque le ordenaron fue porque el quería volver a verte y pedirte perdon por el daño que te hizo

- Gabrielle yo lo amo

- Y me siento feliz por eso

- Pero estoy empezando a amar también a Klaus

- Eso es culpa mia, cuando regreses no vas a hacer solo tu vamos a hacer las dos

- Quiero ver la cara de Abraham cuando lo sepa - dije riendo al saber su cara

- Pervertida

- Digo la verdad

- Mañana empezara todo pero esta vez sera diferente - dijo dandome un suave apretón

- ¿Para que me trajiste aquí? Quiero volver, no quiero estar aquí

- Es por lo que viste
¿verdad? - pregunto acariciando mi hombro, yo asentí

- Cuando era pequeña supe que él era así, pero en ese momento no le importaban las mujeres y solo las utilizaba

- Aqui es un poco diferente

- ¿Pero el no ha conocido a Elena? - pregunte, Gabrielle hizo una línea en sus labios

- Si, pero el no cambia cuando la conoce, él cambia cuando se enamora y aun no se ha enamorado

- Aunque no quiero decirlo... ¿Cuándo lo hará? - pregunte

- Gabrielle - llamo una voz femenina y yo conocía muy bien de quien pertenecía. Di media vuelta y la vi. El tiempo no la había cambiado ni un poco

- ¿Que pasa Elena? - pregunto Gabrielle levantándose, imite su acción y mire sus ojos verdes olvida con un brillo. Una de las cosas por la que me gustaban sus ojos era por eso.

Esa Elena que tenia al frente era mi verdadera amiga no la Elena que secuestro a mis hijos y la mato

Esa Elena a la que volví a encontrar no era la mujer que había salvado a los cinco años y hecho mi amiga

Recuerdo cuando me lo dijo

FLASH BACK

- Niklaus Mikaelson habla ya a menos que quieras que me arrebate – amenace. Klaus se había ido una noche y vuelto en el medio día. Su mirada no era de enojo pero tampoco de felicidad. Era neutral.
Cuando él me vio me sostuvo la mirada pero no dijo nada solo se fue. Ya lo había hecho tres veces y ya estaba cansada

- No

- Niklaus – advertí