CAPITULO 34
Estaba más que molesta, primero Zayn no tenía derecho a hablarme así, sé que yo lo había molestado demasiado, pero nunca llegué a faltarle al respeto. Esa había sido la paga por pasar mi tarde cuidando a sus hermanos. Era un malagradecido.
Y segundo, mi madre que solo para que no le carcoma el remordimiento, una vez al año finge que le intereso, y esta vez no pudo ser más inoportuna.
Sábado por la tarde. Mi madre había intentado arreglar las cosas conmigo, pero cada vez que intentaba hablar era interrumpida por su estúpido móvi. Así que una vez más me puse de pie y subí a mi habitación dejando las cosas aun peor, claro si es posible que nuestra relación madre-hija empeore.
Domingo por la noche. Estaba prácticamente tirada en mi cama todo el día, tal y como me lo había pasado todo el fin de semana. No tenía ganas de nada. Era más el enfado que llevaba por dentro que las ganas de salir siquiera por un vaso de agua.
Echaba de menos a Harry...él era quien me hacía olvidar todos los problemas con mi 'familia' y qué decir de Niall, él me ayudaba a distraerme, también me escuchaba e intentaba ayudarme con todo lo que pudéa. Pero ahora él esta con Alison...y Harry con Ashley. Lo que da como resultado a ___ más sola que el colegio un domingo.
-Mierda- hablé yo sola al despertarme y llevarme, la para nada grata sorpresa, de que a mi despertador no le había dado la gana sonar. Ahora seguramente no llegaría a tiempo para la primera clase. Cogí unos leggins, una camiseta del equipo de fútbol del instituto que me llegaba un poco más abajo del trasero, y unas deportivas oscuras.
Abrí mi casillero, saqué un par de libros de mi bolso para intercambiarlos por otro par que estaban en los estantes. Ya me había perdido la primera hora de clase así que no los necesetaría más.
- ¿Que intentas demostrar? - una voz masculina me sorprendió, ya que según yo, los pasillos estaban vacíos. Lo ignoré olímpicamente y de un golpe cerré la puerta gris del casillero - ¿Es por lo que te dije ayer sobre tu 'estúpida falda rosa'? - preguntó burlonamente pero a mí no me causaba ni la más mínima gracia.
- Primero... - suspire - No intento demostrar nada y mucho menos a ti - dije claramente.
- ¿Y ahora por qué tan dura conmigo? - se acercó a mi intentando ponerme nerviosa, sin duda alguna no sabía con quién estaba tratando, en segundos podía cambiar la situación.
- Eres un cínico Zayn - dije con repulsión y me aparté alejandome de él, pero me sujeto por la cintura evitando mi escape.
- Eso no...
- ¿Eso no lo decía hace unos días? - lo interrumpí completando su frase.
- No - sonrió torcidamente.
- Tienes razón - afirmé - La verdad me avergüenzo de mi misma por haberte seguido tanto - ¿lo veis? en segundos cambie la situación, ahora él vendría a mi.
- Pues...
- Ya Zayn - nuevamente lo interrumpí - Lo menos que quiero hoy es discutir, di lo que quieras ya no me interesa - dije con fastidio, era pura verdad - Solo déjame en paz - use las mismas palabras que él había usado conmigo.
Me di la media vuelta pero antes de que pudiera dar un paso, me sujeto fuertemente del brazo. Se le estaba haciendo costumbre estirarme de esa manera.
- ¿Quieres que yo te deje en paz? - rió pesadamente - ¿Cómo? ¿Así como tú me 'dejas en paz'? - rodé mis ojos.
- Si Zayn si... - arrastré mis palabras con un toque de ironía y sarcasmo, más que nada para intentar terminar con esto. Una mano se posó en mi mejilla y en cuestión de segundos sus labios chocaron con los míos.
- ¡Que te pasa! - le reclamé empujándolo, me miraba atónito. Seguramente él aseguraba que le respondería de una mejor manera. Acomodé mi bolso en mi hombro para alejarme de él lo más rápido posible.
Había decidido renunciar a la estúpida apuesta.
Con rápidos pasos salí del edificio, caminaba entre los jardines del campus hasta que me di cuenta de que ya me había alejado lo suficiente. Me detuve frente un enorme árbol, lancé mi bolso en el césped para después dejarme caer a un lado de esta. Doblé mis rodillas, pegando mis piernas a mi cuerpo, abracé estas y oculté mi rostro entre mis brazos.
- Escucha...
- ¡Mierda Zayn! - alargué molesta. ¡Cómo me había encontrado! - ¡Ya! Tú me quieres lejos de ti y ahora yo también te quiero lejos de mí, todos felices ¿recuerdas? ¿por qué no nos haces felices a los tres? - enuncié las palabras que me había dicho días atrás cuando pidió que siguiera a otro chico del colegio.
- ¡Escúchame! - dijo exaltado. Levanté mi mirada y lo vi sentarse a un lado de mi recargándose en el enorme tronco del frondoso árbol - Y...Yo lo siento.
