Amigo ocasional. BNior

Corresponder

El celular vuelve a sonar, es la quinta llamada del día hecha por Jaebum, y se siente terriblemente culpable, ya son dos semanas, lo sabe bien porque en el transcurso de los días se critica por cómo actúo, dejándose llevar por sus impulsos, por el sentimiento de amor que crece y crece y hace que su corazón duela, se acelere con cada encuentro de miradas, por cada roce, por cada vez que lo recuerda, dolía tanto.

Sólo quiere que el celular quede en silencio de una vez por todas porque en cualquier momento no va a soportarlo más y va a atenderlo sabiendo que al segundo de escuchar su voz no va saber que decir, no era bueno con las llamas, odiaba pensar en los silencios incómodos, tartamudear al no saber qué decir, no quedarse quieto, esas razones lo atajan de no hacer el ridículo.

JinYoung considera que Im Jaebum lo conquistó en su segundo encuentro, fue hace cinco meses, cuando las hojas de los árboles empezaban a construir alfombras en el suelo y decorar los cabellos cada vez que el viento las espacia sin rumbo fijo.

Las noches eran frescas forzando a las personas a juntarse en los hogares o dentro de los locales como en ese entonces hacían.

Jaebum llegó a su grupo de amigos invitado por Jackson Wang, desde esa vez pensó que se veía simpático pero distante, y fue en el segundo encuentro que se dio cuenta que no eran tan diferentes y que tranquilamente podían pasar ese tiempo juntos compartiendo algo de tomar y contarse cómo les fue en la semana. De a poco con el pasar de los meses JinYoung fue sintiendo su cuerpo arder, se percató de cuánto deseaba a Jeabum por un simple roce, un agarre sin intenciones, esperando que suceda más seguido como aquella vez que Jeabum de tanto reír por una imitación que hizo Kunpimook de YugYeom, antes que irse de lado por inercia estiró su mano agarrando de improviso su muslo, y sintió que quemaba, un calor que hizo que su corazón reaccionara, despertara.

Al principio intentó en lo posible ignorar a sus latidos, quería pensar que sólo se trataba de deseo, un deseo que le exprimía el cuerpo, que todo él se llenera de burbujas y éstas terminen explotando sin cesar, pensaba que dentro de unas semanas se le pasaría pero lastimosamente no resultó de ese modo, empeoró.

Cada vez que volvía a casa después de verlo, al acostarse dejaba que su imaginación se divirtiera con él, fantaseaba tanto que solía pensar que necesitaba ayuda, urgente, que las duchas frías y diciendose a sí mismo que pensara en otra cosa ya no servían.

Y fue hace dos semanas que no pudo controlarse, no pudo frenar a sus deseos, quería liberarse de una vez por todas, pero al notar que Jaebum no pensaba darle respuesta, con las lágrimas a punto de manchar su rostro y la decepción raspando su garganta fue capaz de decir lo primero que tuvo en mente "Es mejor que sigamos siendo amigos ocasionales" diciendose a si mismo que fue un idiota al pensar que Im Jaebum le correspondería.