FIVE -EDITANDO-

5- Ver para creer

-Khloe-

Había estado tan triste todo ese domingo. Las únicas veces que logré sonreír fueron cuando se cayó Allison -es que me dió demasiada risa- y cada vez que recordaba el beso con Alex.

He dado besos MUCHO más duraderos que ese pero por alguna razón el de Alex significó más para mí. Es que en ese momento estaba tan mal que probablemente necesitaba ese tipo de afecto.

Yo relamente estaba enamorada de Ryan, todos decían que era un idiota, que solo era una cara bonita, pero yo no pensaba así de él, de hecho siempre pensé que él era diferente, que tal vez lo que decían eran solo rumores. Pero ya veo que estaba equivocada.

Bueno tampoco puedo reprocharle nada, Ryan y yo no llegamos a ser ni siquiera amigos, y como me dijo Cassidy, yo nunca le demostré nada ni tomé la iniciativa para acercarme a él.

Todo este tipo de reflexiones y pensamientos estuvieron rondando en mi cabeza, por lo que casi ni salí de mi habitación en todo el día.

....

Me quise morir apenas sonó la alarma para ir al instituto.

Siempre me quedo viendo videos y memes hasta horas tardísimas de la noche así que tienen sentido las ojeras debajo de mis ojos y mi cara de muerta.

Agradecí que Emilie se fuera con Ryan al instituto, ya habíamos pasado suficientes momentos incómodos juntas como para tener que pasar otro más.

No es que la esté ignorando. Solo no quiero hablar con ella. No ahora.

El ambiente en el instituto estaba particularmente animado. A Emilie solo la vi en la primera clase, en el descanso se fue con su noviecito y el grupito popular.

Después de desayunar como nos quedaba un rato para entrar a la otra clase nos pusimos a caminar por los pasillos.

Entre la gente que vi pasar por donde nosotras íbamos divisé a Alex. Él se detuvo, me sonrió y bajó la mirada.

—Hola—me dijo.

—Hola—le respondí sonriendo.

—¿Cómo has estado?—preguntó.

—Bien, supongo.

—¿Segura?—asentí.

—¿Y tú como estás?

—Bien—rió—Aunque creo que desde la fiesta los estudiantes que me vieron ahí ya no me tomarán con seriedad.

—También lo creo—reí—Eres más divertido de lo que pensé.

Y también mejor besador de lo que pensé.

Khloe cállate.

No deberías ni pensar en eso.

—Gracias.

—No, gracias a tí Alex.

—¿Por qué?

—Por hacerme sentir mejor el viernes—admití con un poco de vergüenza.

—No es nada. Solo sentí que debía hacerlo.

—Pues... Estuvo bien—sonreí mirándolo.

Se me revolvió el estómago cuando él me devolvió la sonrisa.

El estruendoso sonido de la campana me hizo sobresaltar.

—¿Te asustaste?—me preguntó Alex riendo.

—Algo—contesté con una mano en mi pecho.

Iba a caminar junto con las chicas a nuestra próxima clase cuando me dí cuenta que ya no estaban.