10- Maquillaje

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-Victoria-

¿Es en serio?

Nueva lección de vida.

Nunca dejar a Khloe sola.

¡Es como una niña pequeña!

La próxima que vaya ella a comprarse su té.

Llevaba al menos hora y media esperándola.

Exhausta de buscarla, me senté en un banco y me tomé el té, que ya estaba a temperatura ambiente.

Iba decidida a llamarla como por décima vez cuando me dí cuenta que no tenía batería.

Grandioso.

¿Acaso puede esto ir peor?

Fácilmente puedo subir a mi auto e irme, pero el problema está en que cuando ella se digne en aparecer no va a tener como volver al apartamento.

En ese momento sentí a alguien sentarse a mi lado.

Cuando digo "a mi lado", literalmente estaba pegado a mí.

Hay personas demasiado confiadas.

Vi su cara acercarse a la mía y me apartó el cabello de la cara, supongo, para verla mejor.

—Oh, lo siento—dijo luego de sobresaltarse al verme—Te confundí con alguien más. Discúlpame.

—No te preocupes—reí sin ganas—Me pasa seguido.

Él rió y miró al piso.

Unos segundos después en los que solo me le quedé mirando ví que sacó su celular y empezó a usarlo.

Una idea llegó a mi cabeza y la puse en marcha de inmediato.

—Si no es molestia, ¿Podría llamar de tu celular?—le pregunté mordiéndome el labio y esperando ansiosa su respuesta.

—Ah, claro—hizo un pobre intento de sonrisa y me lo entregó con los mismos ánimos.

—Gracias—le sonreí ampliamente y fuí decidida a llamar a Khloe.

¿Hola?—atendió por fin la susodicha.

—¡¿Dónde has estado?! ¡¿Tienes idea de lo mucho que te he buscado García?!

No puede ser, lo siento—su voz estaba algo apagada, algo le había pasado.

—Está bien, no importa, ¿Dónde estás?—le pregunté más calmada.

Alex me trajo al apartamento. En serio me siento terrible por no haberte avisado—ya podía imaginarla negando con la cabeza—Por cierto, ¿Y este número?

—Hablamos de eso luego, llego en un rato.

Colgué y le entregué el celular a su dueño.

—Se supone que ya mi cita estaría aquí—él suspiró—Es un hecho, me dejaron plantado.

—Yo llevo aquí casi dos horas esperando, bienvenido al club—reí.

—¿Por qué un chico te dejaría plantada?—me preguntó con el ceño fruncido.

—Oh no, no se trata de un chico, es mi mejor amiga—sonreí.

Él también me sonrió.

—Seguro tendrá sus razones.

—Sí, eso pensé.

Hice una pausa.

—Bueno, ahora me tengo que ir—lo miré con algo de vergüenza ya que no sabía si le importaba o no mi paradero.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2018 ⏰

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