Lia del Olimpo- Percy Jackson y la nueva diosa. (Pausada)

"Oh no se que decir."

***Lia

"Oh, no sé qué decir."

Me levanté de la cama y fui al primer lugar donde creo que Percy no me encontraría, él no me sigue, me deja marchar sin rodeos.

Me pregunto cómo es que él sabe que no quiero que me siga, pienso en esa extraña conexión mental donde puedo oír su voz en mí cabeza, (perece antinatural incluso en el mundo de los semidioses).

En lo que me encamino hacia el bosque pienso que tal vez es eso lo que hace que Percy crea que me conoce. Para cuando llego al búnker 9 ya estoy tan perdida en mis pensamientos que estoy fuera de la realidad y casi me estrello con una rama baja de un estúpido árbol golpeador de cabezas.

Cuando me hundo en mis pensamientos, me pierdo por completo, mi mente vaga por los recuerdos, analiza dudas, piensa en personas, en cosas, y por unos minutos mi TDA parece apagarse, siempre estoy activa y atenta, generalmente nada me toma por sorpresa, pero cuando mi mente "vuela" (como dice mi madre) estoy perdida e indefensa.

Cuando llegué a la pared del búnker, pensé en colocar mi mano donde vi a Leo hacerlo, pero tal vez la puerta debía activarse con el calor de sus manos, así que no creí que mis manos frías y congelantes la abrieran, decidí hacerlo a la antigua y golpear la puerta (porque no creí que tocando como la gente decente me escuchara).

Al final un circulo de metal negro con un vidrio oscuro apareció en la pared (el lente de una cámara, creo), después la puerta se abrió y logré entrar, no pensé que Leo estuviera en las primeras secciones así que fui a su "oficina" (así sonaba más formal que "taller") y si, en efecto allí estaba él, al escucharme entrar se apartó de su escritorio y se levantó de su silla, vino hacia mi sonriendo con aquella sonrisa loquilla que tanto me gusta.

-¡Lia!-dijo rodeándome los hombros con los brazos en un abrazo- que bueno que viniste.

-Es un placer-dije devolviéndole la sonrisa- me encanta el búnker.

-¿Quieres ver mis nuevos planos?-me dijo con mucha ilusión.

Eso me alegró, yo sabía un poco de mecánica por mi padre mortal, había ido a unos cursos de ingeniería robótica y a un campamento de tecnología meca trónica hace unos años, así que entendía las ideas y planos de Leo (mas o menos...).

-¡Pues claro que sí!-le respondí.

Estuvimos viendo y revisando los planos, él me explicaba su función y se alegraba al verme tan interesada en sus cosas, de vez en cuando le hacía preguntas sobre sus inventos, aprendí muchas cosas que no te enseñan en un campamento de robótica cual quiera, me gustaba mucho ver los dibujos de mecanismos con piezas que giran y encajan perfectamente moviendo otras, y cuando te imaginas todo moviéndose en funcionamiento es simplemente genial y de alguna forma hermoso también.

Después me llevó a ver lo que había construido, pude reconocer varios inventos que solo eran planos la última vez que estuve allí. ¡Fue muy divertido!

Hasta que fuimos a su sección de alimentos llamada "la súper zona de comida", dijo que a veces no tenía tiempo de ir a comer o se le pasaba la hora, así que construyó un mini bar de bocadillos, me ofreció un vaso mágico y se llenó de limonada rosa.

Conversamos durante un rato, y luego sacó una computadora tipo Tablet sin teclado morada con pantalla táctil y con modificaciones hechas por Leo (lo se porque tenía la marca de Hefesto con una letra "L" en la caratula, supuse era "L" de "Leo"). Y gracias a dichas modificaciones podías levantar y tocar... mmm... ¿Cómo lo describo? Podías hacer eso que hacen las computadoras de Ironman, todo en 3D, como sí teclearas en él aire, en un holograma.