Creí que siempre iba a ser mala. Que siempre iba a ser la misma chica orgullosa y superficial.
Creí que mis prioridades jamás cambiarían.
Creí que jamás cambiaría la forma de ver al mundo, pero, increíblemente, no ver me cambió la manera de ver las cosas.
Al final, si es posible cambiar
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—Finalmente, tomé una decisión... Y voy a empezar con las malas noticias.
Todos estamos callados, algo nerviosos.
—Simón. Tenés mucha energía, y todo, te falta algo de técnica... Pero... Sinceramente no te veo muy comprometido con esto de la competencia. Estás fuera.
—¿¡Qué!?—Digo yo, indignada.
—¿Tenés algún problema?—Me responde
—¡Si!¡Estás diciendo cualquier cosa!¡Simón me ayudó un montón! tenía ganas de que ambos estuviéramos en el equipo, ¡Está muy comprometido!
—Yo no pienso lo mismo
—No podés hacer lo que se te cante todo el tiempo.
—¿Ah si? Bueno, Ámbar... También estás afuera del equipo
—¿¡Por qué!?
—¡Porque no me servís así!
—¡Perdón!
—¡Lo que oíste!¡Ya no me servís!
Se va. Me quedo indignada.
—Ámbar...—Se acerca Luna.
—Me echó por ciega...
—Todo esto es mi culpa... Perdóname Ámbar.
—No... No, Luna. Acá la culpa la tiene Juliana. Y me va a escuchar.
Voy hacia los lockers, me saco los patines con furia, los guardo y voy a buscarla.
—¿Qué querés?—Dice, notando que la estaba buscando
—Decirte que esto no es justo. Me estás discriminando.
—¿Perdón?
—Lo que escuchaste. No me dejás ser parte del equipo simplemente porque estoy ciega
—No, no, no. Te equivocas. No es por eso. No te dejo ser parte del equipo porque no estás lista para ser parte del equipo.
—¡Si lo estoy!
—Entonces quiero que me lo demuestres. Tu problema, Ámbar, es que insistís en que no te tengan lástima, pero al mismo tiempo buscás que te tengan lástima. Y esa no es una actitud de ganadora.
Suspiro. Tal vez tenga razón...
Pero no dejo que diga nada más
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Simón POV
Estoy aquí, escuchando todo lo que Juliana le dice. Cuando Ámbar se va, me acerco a Juliana
—Lo que le dijiste no es cierto, y lo sabes.
Ella rodó los ojos y bufó.
—Ella tiene razón. La estás discriminando
—Dios, ¿Por qué les cuesta tanto entender que no la estoy discriminando?
—¿Ah no?¿Entonces por qué la echaste del equipo?
—Porque la estoy cuidando, Simón.
La miro sorprendido. Por primera vez siento que Juliana está siendo sincera y transparente sobre algo.
—Yo no soy tan desalmada como ustedes creen, pero piensen lo que quieran.
Se va y me deja pensando en aquella actitud para con Ámbar...
Y recuerdo que cuando ella hizo la prueba, Juliana la miraba nerviosa, como con miedo...
Pero tal vez es cosa mía
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Me había molestado tanto lo que había dicho Juliana, que decidí que no la necesitaba. Que no necesitaba a nadie. La gente a la que le importaba me iba a apoyar, no me iba a poner trabas. Iba a lograr no depender de lo que ella diga
Y
lo logré, con tiempo y esfuerzo, lo logré hacerme valer por mí misma, pero en el proceso, algo en mí cambió. Ya no soy la misma, eso es cierto, pero no es algo malo...
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Si, si, mi cosa es desaparecer por veinte años, tirar 200000 capítulos, y volver a desaparecer otros 20 años.
Jaja, lo lamento, es mi manera de ser
SOLO FALTA UN CAPÍTULO SHORO
y me encanta el giro que le estoy dando a la historia, ya van a ver...
