6. Volar con los pies en la tierra

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¿Qué es volar?

Yo siempre entendí, que para volar, había que dejar de tocar el suelo

Pero mi percepción de volar siempre fue distinta.

Para mí volar es dejarme llevar, ya sea por el viento, o por mi propio viento.

¿Por qué no puedo volar con los pies sobre la tierra?

Después de lo que pasó con Simón estoy siendo bastante contante con Matteo

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Después de lo que pasó con Simón estoy siendo bastante contante con Matteo. Nuestras conversaciones eran puramente sobre él, como hoy

Me cuenta cosas que no me importan, a las que no les presto atención. Estoy demasiado ocupada pensando en beso que casi me doy con Simón...

Llevo días pensando en eso. Por que quiera no me lo puedo sacar de la cabeza... Él me iba a besar... Bueno, según Matteo.

—¿Estás escuchando?

Asiento, casi mecánicamente.

—Bueno, te decía, Juliana está eligiendo el equipo para la próxima competencia, y va a estar haciendo convocatoria el mes que viene, ¿Te copas?

—¿Que?¿A irte a hacer el aguante? Obvio, no tenés que preguntar siquiera.

—No, a participar.

—¿Vos me estás jodiendo?¿No te das cuenta que estoy ciega?

—¿Y eso que tiene que ver?

—¡Apenas podría mantenerme!

—Con práctica todo se puede.

—No. No puedo. No lo voy a lograr

—Después de todo el esfuerzo que hiciste, ¿Vale la pena renunciar porque hay un obstáculo?

—No lo sé... Lo tengo que pensar.

—Bueno... Me tengo que ir.

Se va. Me quedo sola. Agarró mis patines, los toco. Con los ojos apenas percibo su contorno, suspiro.

Hago que las ruedas giren, extraño el sonido.

No me percato de su presencia, se sienta en mi cama, estoy por preguntar quién es, pero su dulce voz suena, y lo reconozco.

—Veo que extrañas patinar...

—Si...

—Deberías volver a hacerlo.

—Eso mismo me dijo Matteo.

—Por mucho que lo deteste, tengo que admitir que hizo bien.

—¿Siguen...?

—Sip. Si no pregúntale a mi ojo morado.

—Ou...—Busco su cara y al encontrarla le acaricio la mejilla y el párpado. Se ríe.

—Ámbar, eres muy tierna pero...

Mi cara cambia por completo

—No pongas esa cara. Te iba a decir que me estás acariciando el ojo sano.

—Aaaah.—Rio, y le acarició el párpado del otro ojo.—Lisssto

—Considero a mi ojo bendecido.—Bromea.

—Y yo te considero un tonto.

—¡Ey!

—Es joda. Lindo.

—Tú más. Bueno, no voy a dejar que te quedes aquí aburrida y deprimida. Vamos.

—¿A dónde?

—Al Roller. Vas a volver a patinar. Y yo te voy a ayudar.

—¿Ahora?

—Por supuesto, ¿A qué vas a esperar?¿A que la vida te golpee con un par de patines en la cara?

Me lleva al Roller. No es como si yo pusiera mucha resistencia para ser sincera, pero eso no cambia el hecho que me da miedo, mucho.

Me ayuda a ponerme los patines, me trata como a una reina. Me hace sentir confianza.

Pero sigo teniendo miedo.

Me paro. Estoy nerviosa, las piernas me tiemblan, pero Simón me ayuda a calmarme. Me lleva a la pista, de la mano, y luego no me suelta.

Estoy feliz de que no lo haga.

Vamos patinando alrededor de la pista, y no me puedo sacar la sonrisa de la cara.

A veces cuando uno desea algo con todo su corazón, se cumple.

Y acá estoy, después de tanto creér que era imposible... Después de tanto creér que jamás podría lograrlo... Que jamás podría volver a patinar...

Estoy feliz, más feliz que nunca, y a pesar de que sé que esa felicidad es efímera, la disfruto todo lo que puedo.

No todos los días uno puede volar sin alas

Eyes Closed ||COMPLETA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora