La hermana de Tom Riddle

Capítulo 6

Cuando por fin llegaron a Hogwarts, ya era bien entrada la tarde. Al salir del tren un señor de aspecto amargado les esperaba:

-¡Los de primer año, por aquí! ¡Que los mocosos de primero vengan aquí si no quieren volver a su casa! ¡Rápido, que no tengo todo el día!

Lucius les dijo a los mellizos:

-Ese debe de ser el señor Filch, el celador. No vale la pena prestarle atención, es un squib, aunque si no queréis ser castigados, alejaros de él todo lo posible.

El señor Filch les condujo por un sendero hasta un enorme lago, donde les esperaban unas barcas.

-¡Montad rápido, mocosos! ¡No más de cuatro por barca!

Evangeline vió cómo James y el resto montaban en una de las barcas con otro niño, algo regordete, cuyo nombre no sabía, y deseó poder ir con ellos.

-Vamos, Evanny, sube -le apremió Tom.

Evangeline asintió. Los botes se balanceaban suavemente y a Evangeline le entraron ganas de dormir. A lo lejos oyó a Sirius hablar:

-He oído decir que hay un calamar gigante en el lago.

-¿En serio? ¡Qué guay! Un día tenemos que ir a verlo - respondió James, entusiasmado.

-¿Creéis que es peligroso? - preguntó el chico nuevo con la voz temblorosa.

-¡Qué va! ¡Como mucho comerá a uno o dos de nosotros!- bromeó James.

El chico nuevo rió, aunque no parecía haber pillado la gracia.

También escuchó lo que la chica pelirroja, Lily, le estaba contando a su amigo.

-Ahora debe de ser cuando veamos el castillo, al doblar ésta curva. ¡Ah, mira, ya lo veo!

Evangeline también miró y una exclamación de asombro recorrió los futuros nuevos alumnos de Hogwarts. El castillo de noche se veía hermoso, iluminado por las luces exteriores se veía realmente majestuoso. A Evangeline le recordó a la imagen que ella tenía de cómo sería el castillo del rey Arturo.

Bajaron de las barcas y se dirigieron a las puertas del castillo.