Túnicas.

43 7 1
                                    


Viktor se observó en el espejo, sintiéndose extraño por la ropa que llevaba, a pesar de que pasó gran parte de su infancia llevándola como parte de su estatus de mago, pero después de que había abandonado a su familia para seguir su sueño de ser patinador sobre hielo, las túnicas se volvieron prendas desconocidas para él, incluso cuando jugaba a disfrazarse de un mago estereotipado por el mundo muggle.

Lo cierto es que tenía que decir que no se veía nada mal con ella. Se le ajustaba en el torso, cerrada con una hilera de botones de plata que iban desde un poco más abajo de su cuello hasta su ingle, donde la tela empezaba a caer con más libertad, pero sin parecer una falda femenina y que dejaba entrever unos pantalones del mismo azul grisáceo con pequeños hilos de plata que surcaban la tela en un bordado precioso y elegante. El borde de sus mangas largas, también ajustadas como en su torso, tenía un borde de color oscuro, un azul muy oscuro que brillaba ligeramente cuando la luz le golpeaba.

Estaba orgulloso de haber contratado a aquella modista francesa que les conocía como celebridades y que cuando le había pedido que hiciera túnicas a juego casi había chillado de la emoción y no había dudado en asegurarle que les haría a él y a Yuuri unas hermosas túnicas a su altura.

— Viktor... —La voz de Yuuri hizo que volteara hacia donde se encontraba y se quedó sin palabras al ver al japonés de pie en la puerta, usando una túnica del mismo color azul oscuro que adornaba el borde de su propia prenda, apretada en el torso y de mangas largas, con la diferencia de que los botones de obsidiana terminaban un poco más abajo de su ombligo, dejando a la tela restante abrirse ligeramente en forma de V invertida incluso cuando no estaba caminando, mostrando con mucha más libertad sus pantalones oscuros. El largo de la túnica terminaba un poco más debajo de las rodillas de Yuuri, dándole un corte mucho más masculino a su conjunto que al suyo.

— Wow, Yuuri... —Fue lo único que pudo contestar, antes de sonreír y acercarse sin dejar de observarlo. Definitivamente se veía tan arrebatador como cuando usaba el traje de Eros, y los pequeños bordes de hilo de plata en sus mangas le recordaban un poco a ello, a pesar de que sabía que era simplemente parte del conjunto de las túnicas, para que la relación entre ambas fuera más que obvia. Se acercó más hacia él y sus manos se dirigieron a su cabello, echándolo hacia atrás y besando frente— ¡Cuanto Eros estás mostrando!

Yuuri enrojeció furiosamente y él sonrió más al ver su reacción, buscando sus labios mientras sus dedos terminaban de echar su cabello hacia atrás y mantenerlo en esa posición, tal y como si fuera a salir a una presentación. Cuando se separó y observó el impacto que tener el cabello hacia atrás le daba al menor, no pudo sino pensar que era tremendamente afortunado de tener a su lado a alguien que pudiese parecer tierno y solo con un arreglo en el cabello se viese sensual.

Aunque ciertamente, su fortuna tenía mucho más que ver con el hecho de que Yuuri fuera perfecto para él físicamente.

Él estaba muriendo antes de conocerlo.

La falta de inspiración era solo una pequeña muestra de que su tiempo estaba acabando, al igual de la forma en la que el todo se iba poniendo mas y mas oscuro en su mundo monocromático, y aunque eran sintomas pequeños del inicio de aquella depresión mortal que ataca a los Veelas luego de perder a sus parejas, sabía que era cuestión de tiempo y que probablemente no llegaría a los 30 años.

Por lo menos eso pensaba hasta que Yuuri apareció en su vida, aquel muchacho borracho en la gala del GPF en Sochi que había sacado a bailar a Yurio, luego a hacer Pole Dance con Chris y para finalmente jalarlo a él. Por primera vez en mucho tiempo no sintió el dolor sordo que había sentido durante casi toda su vida, y aunque pensó que era un momento pasajero, se encontró a sí mismo inspirado, haciendo nuevos programas, queriendo saber más del chico que no volvió a ver en ninguna competición, y a pesar de que Yakov le dijo que se olvidara del tema, cuando lo vio patinando Stammi Vicino, simplemente no pudo esperar más y fue a buscarlo a Japón.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 30, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Siete Formas de AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora