Ninja Secrets- El Nuevo Secreto (Naruto Fanfic)

Capítulo 3. Confesiones

Un gran dolor en el pecho hizo que Kiyomi tropezara y cayera del árbol. Jun intentó alcanzarla pero no pudo. Naruto logró ser más rápido y la cargó antes de caer al suelo. Kiyomi no paraba de temblar y sus ojos no dejaban de sacar lágrimas. Sus gemidos se fueron haciendo cada vez más altos. El llanto y la amargura de esa pérdida que sintió fue tan de repente que no sabia explicarle a su equipo que fue lo que pasó. Tuvieron que detener su paso hasta que Kiyomi dejara de llorar.
Todos notaron el sharingan que se prendía y apagaba de sus ojos, que las mechas rojas de sus pelo se extendían y después volvían volvían a la normalidad, también que una especie de cuernos comenzaron a aparecer en su cabeza. En verdad Kiyomi intentaba controlar la furia de la Rosa de Fuego pero era imposible hacerlo sola. Para que su transformación  pudiera detenerse, tuvo que pedirle a Naruto que la sostuviera fuerte. Fue increíble como Naruto comenzó a sentir mucho calor y una gran cantidad de energía pasando por su cuerpo, como corriente eléctrica. Tenía miedo, pero su amor y preocupación por Kiyomi era más fuerte, no la iba a dejar ir. Sakura, Kakashi, Chiyo y Usagi dieron un paso atrás al ver una gran cantidad de chacra salir del cuerpo de Kiyomi. Ni siquiera ella podía explicarse que le ocurría. Jun y Mamoru estaban hablándole a Kiyomi pero nada funcionaba. Naruto parecía que no iba a resistir más. Fue cuando  Soro se aproximó y le habló a Naruto. 

 — Necesito que conectes tu chacra con el de ella— Naruto hizo caso y poco a poco la temperatura de Kiyomi fue bajando al igual que la expansión de su chacra, la transformación se detuvo y ambos terminaron dormidos. Durante el descanso, Kiyomi se encontraba en lo más profundo de su ser. Todo el escenario estaba en blanco, su corazón seguía roto al sentir la muerte de Gaara. Estaba tan sola. No había nadie a su alrededor. Nadie la iba a salvar. 

—Kiyomi— la voz que menos esperaba escuchar, sonó a sus espaldas. Recibió un cálido abrazo de parte de su hermano Naruto en cuanto ella se volteó. Su expresión de sorpresa la hizo caer de rodillas mientras él aún la sostenía. El frío escenario comenzó a tener un color  más cálido. 

—Naruto...— Kiyomi estaba sacando lágrimas incesantes de sus ojos. Naruto sabía que la única manera de tranquilizarla era abrazándola más fuerte y acariciando su larga cabellera. Después de unos minutos, Kiyomi posó su rostro sobre el pecho de su hermano un poco más tranquila. 

— Wow, este es tu interior?—  Naruto comenzó a pasear por el lugar maravillado por lo iluminado que estaba, sin embargo, había algo que le inquietaba y no podía evitar guardarlo por más tiempo— Kiyomi... ¿quien eres en realidad? 

Kiyomi frunció el ceño confundida mientras Naruto se rascaba la nuca. 

—No quiero presionar ni nada. Es solo que... tu estabas sufriendo una especie de transformación mientras yo te sostenía. También— hizo una pausa antes de mirarla nuevamente a los ojos— tienes el sharingan. Esto lo he sabido desde hace un tiempo, pero siempre esperaba el momento para que me lo explicaras. Tal vez no te habías dado cuenta que yo lo sabía. 

—Creo que ambos estamos en la misma situación Naruto— suspiró Kiyomi— también tienes algo que me ocultas. Tu tampoco haz encontrado el momento para decírmelo ¿cierto?

Hubo un largo e incómodo silencio al terminar Kiyomi su oración. Era como si ambos estuvieran desconfiando uno del otro. ¿A qué le temían? Posiblemente al rechazo o posiblemente a no creer su versión. Había muchas posibilidades. Finalmente, Naruto habló. 

  —¿Recuerdas que de niños fuimos rechazados por los aldeanos?— Kiyomi asintió— Yo en realidad no entendía porque nos odiaban. Por mi parte, hace unos años, durante nuestra graduación de la academia, descubrí que dentro de mí se encuentra una especie de zorro demonio. El que destruyó la aldea hace muchos años. El cuarto hokage, se convirtió en un héroe al derrotarlo. Lo hizo sellándolo en mí.