Hey, Jude.

21. ¡Despierta!

Paso un mes.

Jude aún sigue en coma.

Los doctores seguían diciendo que Jude no sobreviviría, que ya es tiempo de desconectarla que solo nos estamos llenando de falsas esperanzas y que tenemos que ser un poco más realistas y aceptar que Jude murió porque si no fuera por toda esa maquinaria que tenía conectada a su cuerpo Jude no estuviera respirando. Pero su tía, las mellizas y yo no queríamos que desconectaran a Jude, no aun.

-Jude. –le hable. -Hace un mes y dos semanas que no me dices idiota. –tome su mano para entrelazar la con mi mano. -¡Jude! ¡Sigo siendo un idiota! ¿Por qué no me dices que soy un idiota? –y me rompí en llanto.

Si aquel día cuando Jude me hablo por primera vez no me habría molestado en responderle tal vez no estaría experimentado el dolor, la tristeza, ni esta angustia llenas de lágrimas pero, si no le hubiera respondido no habría experimentado esa alegría y emoción al hablar con ella, el sentimiento de preocupación, ni esa calidez al abrazarla. ¡Joder! Como me gustaría volver a abrazarla.

-Tienes que despertar Jude. –dije entre lágrimas apretando nuestro agarre. Me detuve un momento y mire nuestras manos entrelazadas, y recordé la fobia de Jude. –Hafefobia. -susurré. -Es una fobia rara que involucra el miedo de tocar o de ser tocado. Es una exageración aguda de las tendencias normales para proteger el espacio personal, expresado como un miedo de contaminación o invasión, extendiéndose incluso a gente a quien sus víctimas conocen muy bien. Algunas personas nacen con hafefobia, mientras otras pueden desarrollarla, predominantemente después de una mala experiencia. –cuando Jude me dijo que investigara acerca de la hafefobia estaba muy molesto, ¿Qué le costaba decir me que era? Pero cuando vi la gravedad de la fobia me asuste tanto que me pase todo el día leyendo una y otra vez que era hafefobia, hasta tal punto que me aprendí el párrafo, estaba muy preocupado por ella, temía que Jude haya pasado por violencia física o abuso sexual pero me sentí tan aliviado cuando me dijo que fue de nacimiento. –Jude. –la llame nuevamente. –Prefiero que estés despierta y no poderte tomar de la mano, que en coma agarrándote de la mano. –confesé ahora tomándola de ambas manos. –Por favor despierta Jude, ¡Despierta! –y otra vez me fui en llanto.

N/A: Las que antes comentaban que odiaban a John, ¿Aun lo hacen? LGFJDSKDFFDS