Hey, Jude.

34. Flashback

Estaba feliz solo faltaba un semana para que le dieran de alta a Jude, quería visitarla pero después de las practicas tenía que hacer las tareas atrasadas si no quería que me sacaran del equipo y no tengo más opción que esperar a que vuelva a la escuela.

-¡John! –me llamo Abraham.

-¿Qué pasa? –pregunto acercándome a los chicos, éramos los únicos en la piscina ya que las practicas terminaron hace unos minutos.

-¿Tengo que hacer esto? –le pregunto Darian a Abraham y Noah. Estos dos asintieron y lo golpearon en la espalda provocando que diera un paso hacia adelante. ¿Y estos que pretenden? Darian se paró en la orilla de la piscina y volteo a ver a Abraham y Noah, ambos le movieron la mano en señal de que prosiguiera. Darian suspiro y me miro, para luego hacer una pose bastante rara lanzándose al agua.

-¿Qué está pasando? –pregunté confundido.

-Darian se ahoga, eso pasa. –dijo obvio Abraham.

-¿Cómo se va a ahogar si es un buen nadador? Además está flotando. –ambos chicos voltearon a ver a Darian y le hicieron señas bastantes raras.

-Está bien. –dijo Darian resignado y se hundió en el agua. Abraham miro a Noah y este le asintió.

-¡Oh no! –grito Noah haciendo la pose de la famosa pintura de Edvard Munch, El Grito. -¡Darian se ahoga!

-Sálvalo John. –dijo Abraham sin ánimos.

-¿Pero qué mierda? –no entiendo que está pasando aquí.

-Que lo salves. –dijo Abraham furioso y luego me empuja hacia la piscina.

Salí a la superficie y mire confundido a estos dos, ellos me hicieron el movimiento de manos que le hicieron a Darian y me resigne, y fui a salvarlo, por así decirlo.

-Pesas mucho. –me queje sacando a Darian de la piscina.

-Y tú eres un pésimo salva vidas, si no fuera nadador y no supiera contener la respiración me hubiera ahogo. – me grito este.

-¡Pero eres nadador! ¿Cómo cojones te ibas a ahogar? –le grite, este volteo a ver Abraham y le asintió, este se agacho a la orilla de la piscina, me agarro de mis cabellos y me hundió en la piscina.

-¿Qué te pasa? –le pregunte ahora molesto, no me esperaba eso.

-¿Por qué no salvaste a Darian como lo hiciste con aquella chica hace unos meses?

-Fue por impulso. –Abraham miro a Darian y Noah, y estos dos asintieron.

-¡No te atrevas Abraham! –le grite pero este me volvió a hundir.

-¿Cómo era esa chica?

-Pelirroja de cabello corto.

-¿Color de ojos? –pregunto Darian agachándose junto a Abraham.

-No los llegue a ver. –Darian y Abraham compartieron miradas y volvieron a asentir.

-No otra vez. –hable resignado y ambos me hundieron nuevamente.

-¿No recuerdas haber visto a esa chica antes? – me pregunto Darian soltando me, Abraham hizo lo mismo. Los tres me miraron fijamente con los brazos cruzados y me dispuse a pensar.

Flashback

La clase de natación había terminado hace unos minutos pero yo quería seguir nadando un rato más, al entrar visualizó a una persona hundiéndose en el agua, sin pensarlo me lance al agua nadando hacia donde se encontraba. Abrí paso lo más rápido que podía en el agua con mis dedos, llegando a la profundidad de la piscina donde se encontraba una chica. Pelirroja de pelo cortó ondulado, inundada de pecas por toda su mejilla. Tome a la chica de su mano y jale hacia donde mí, acomodándola en mi pecho. Nade hacia la superficie lo más rápido que mi cuerpo me lo permitía y puse a la chica a la orilla de la piscina.

-John, ¿Dónde estás? Tengo hambre. –escuche la voz de Noah.

-¡Noah, trae a los chicos! –grite saliendo de la piscina este al ver a la chica inconsciente salió corriendo en busca de los chicos.

Me acomode junto a la chica para auxiliar la, su pecho subía y bajaba lentamente, aun respira. Mire sus pequeños, pero tiernos labios, tenía que darle respiración boca a boca, no había otra opción. Incline su cabeza hacia atrás y le levante el mentón. Después, coloque una mano sobre su frente y apreté su nariz con el dedo pulgar y el dedo índice. Con la otra mano, abrí su boca y le levanté  el mentón nuevamente. Luego sople en su boca hasta que su pecho se infló. Insufle lentamente y regularmente el aire en su boca verificando que su pecho se infle. Comprobando que cada insuflación dure cerca de un segundo. Me separe de la chica colocando el talón de mi mano en el centro de su pecho, coloque el talón de la otra mano encima, entrelazando los dedos. Coloque los brazos rectos, y comprimi su pecho, segundos después volví a darle respiración boca a boca.

-¿¡Que paso!? –grito Abraham arrodillándose a mi lado.

-No reacciona. –dije preocupado.

-¿Y si la llevas a enfermería? –pregunto Darian.

No me moleste en responder, cargue a la chica y me fui corriendo a la enfermería. Abraham, Darian y Noah venían detrás de mí, apartando a las personas que se encontraban en mi camino.

-¡Enfermera, traigo una paciente! –grite, la enfermera me hizo señales para que la pusiera en la camilla y me dijo que me podía retirar pero no lo hice, salí a la pequeña sala de espera. Algo estaba mal con esa chica, ¿Por qué no reacciono? No tosió, ni se movió. Su respiración se volvió más lenta, sus labios se secaron y su cuerpo empezaba a temblar, lo cual no era normal y me preocupaba.

-Te traje comida. –me dijo Noah pasando me un sándwich.

-Ya es hora de irnos. –aviso Abraham.

-Quiero saber que pasara con ella. –confesé.

-Va estar bien, descuida, hiciste bien los pasos básicos de los primeros auxilios, ve a clases sin problema. –nos dijo la enfermera, y los cuatro nos retiramos y no volví a saber de ella, o eso pensé.

-¿Es Jude? – pregunte saliendo de la piscina, no había salido bien cuando Darian me había vuelto a empujar a la piscina.

-¡Por supuesto que es Jude! –me grito Darian.

Me hundí en el agua imaginando la imagen de aquella chica solo que esta vez la imagine con el pelo largo y al darme cuenta salí rápidamente a la superficie.

-¡Es Jude! ¿Pero cómo....? –voltee a ver mis amigos y estos me sonrieron. -¿Acaso ustedes también la están ayudando? –estos no me respondieron solo se lanzaron a la piscina.

-Ayudamos a nuestros amigos. –dijo Noah.

-Hablando de ayudar. –empezó hablar a Abraham saliendo de la piscina. –Tengo que ir a ver a Jude.

-¿Qué y por qué? –preguntamos Darian y yo al mismo tiempo.

-La estoy ayudando con la tarea atrasada, me retiro.

-Es un maldito afortunado. –dijo Darian viendo cómo se retiraba del club.

-Sí que lo es. –hable acomodando me junto a él.