El Jefe +18

1er capítulo

Después de 3 años de relación con Gabriel, ya casi teníamos todo preparado para nuestro futuro después de que me haya propuesto ser su esposa hace 2 meses. Decidí ir de sorpresa a su trabajo en la torre Williams que era de su propiedad, pero la sorpresa fue para mí al ver que estaba teniendo sexo con su secretaria. Corrí con un mar de lágrimas en los ojos, subí al auto pero no estaba en condiciones de manejar, vi que Gabriel me siguió hasta el coche y comenzó a golpear la ventanilla para que abriese la puerta, pero en ese momento lo menos que quería escuchar eran sus lamentos por algo que hizo conscientemente y que destruyó mi confianza por él.

Arranqué y me fui lo más rápido posible del lugar, me dirigí a nuestra casa y busque todas mis pertenecías para no tener que volver nunca más a esa ciudad y verle la cara a ese imbécil. Cuando terminé de empacar todo Gabriel llegó y comenzó a amenazarme.

-Si intentas cruzar la puerta te enseñaré que es lo que no debes hacer.

-No creo que seas capaz de hacerlo.

-Inténtalo. No quiero hacerlo pero si me obligas no tengo opción, si no eres feliz conmigo no lo serás con nadie.

Hice el intento pero me agarró de un brazo y no dudó un segundo en cumplir lo que había propuesto, fue tan fuerte el impacto que recibí que caí al suelo sin tener fuerzas para levantarme, no sé cuánto tiempo estuve tirada en el piso pero para cuando pude recuperar el conocimiento Gabriel ya no estaba en la casa. No podía creer lo que estaba pasando, el hombre de mi vida que lo había pintado todo color de rosas me había engañado y golpeado como si de un cavernícola se tratara. Sin tardar tanto salí de mis pensamientos y corrí hasta el auto para poder escapar de tan horrible pesadilla que estaba viviendo.

Al salir de la ciudad llamé a mi madre para poder hospedarme unos días en su casa hasta que consiga algún lugar donde vivir

-Mamá, necesito quedarme unos días en casa.

-Jennifer, qué ha pasado?

-Algo grave, muy grave- le digo ya casi soltando un fuerte llanto.

-Ya me has hecho sentir mal, Gabriel viene contigo?

-Estoy huyendo de él, cuando llegue te cuento todo. Pero por favor si te pregunta no le digas que iré allí.

-Por dios que ha pasado?

-Luego te cuento estoy al volante adiós- corté la llamada y seguí con la vista en la carretera.

Al llegar a la casa de mi madre la abracé tan fuerte que parecía que no la volvería a ver nunca más, al verme golpeada no lo podía creer, con una mano en la boca y con los ojos llenos de lágrimas dejó caer solo una que recorrió toda su mejilla, no hizo falta contarle lo que había ocurrido. En ese momento ella fue mi pilar para poder salir adelante y poder volver a construir mi vida, pero todavía no encontraba la forma para hacer que ese capítulo de mi vida desaparezca.