¿Chica alegría ha vuelto?

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Martes 8 de agosto de 2017

Últimamente todo ha cambiado, no sé cómo, ni cuando exactamente, pero sé que hace una semana atrás todo era tan diferente, todo se veía tan diferente, los colores eran tan diferentes.

El lunes pasado, y el martes, simplemente no paraba de llorar, mis penas se sentían tan grandes, el peso en mí vida era demasiado, y la forma en que veía el mundo era tan gris. Pero algo cambio, aún no sé que es, pero si es necesario no saber para que esto se mantenga, lo prefiero. Hace una semana, un diluvio se quedaba corto con mis lágrimas, una pesa no era nada comparado con lo que me unida, y un hoyo era poco decir con el vacío gigantesco que tenía adentro. Pero como ya lo dije, algo cambio, no sé que es, pero no quiero volver a caer.

Varias veces me había empezado a levantar, pero al final siempre recaía en aquella depresión que no se iba y siempre volvía; pero esta vez es diferente, no sé porque, pero sé que lo es.

Debería estar aún más triste que antes, y más con lo que paso el lunes y el martes pasado... Un día les he de contar lo ocurrido.

Mi ánimo, como de costumbre, es como una montaña rusa que se la pasa subiendo y bajando una y otra vez sin un final aparente, algunas veces más alto y otras más bajo.

Recuerdo que el fin de semana pasado, a términos de julio, me sentía radiante, pero al llegar el lunes y el martes, con lo de la tarjeta sube y mi familia, simplemente no podía sentirme de otra manera aunque lo tratara, el martes fui a la escuela, por lo general ir a la escuela y saludar al medio colegio que todos dicen que yo conozco me hace sentir bien, me hace sentir que después de todo no soy tan mala amiga, no soy tan mala persona, y que si toda esa gente se detiene para hablarme y saludarme, es porque aunque sea un poquito les debo agradar ¿no? Pero ese día fue diferente, y por más personas que haya saludado, nada cambiaba y yo me seguía sintiendo igual. El día siguiente, miércoles, no cambió mucho, me sentía igual de decaída, hasta que dieron las 3:20, en un descanso de veinte minutos, ahí empecé a sentirme algo mejor, pero no del todo, seguía sintiendo un poco de peso en mis pensamientos; aunque algo es seguro, el haberme subido al final del día a otro colectivo diferente al que todos toman e irme todo el viaje sola, me hizo bien, pues por lo general me gusta irme acompañada en el viaje e ir charlando con alguien para no aburrirme.
El jueves, diría que fue el mejor día, dos chicos que quiero muchísimo, de mis mejores amigos si se puede decir, principalmente uno, pero bueno; era mi primer descanso mientras que ellos ya iban de salida, y supongo que alguien se preguntará quienes son ellos, Lorenzo, un chico al que amo con todo mi ser, y Jhony otro bastante buen amigo, al parecer me estaban esperando para que yo les comprara una rifa, ya que Jhony estaba vendiendo las mismas para ayudar a comprar más materiales para remo. Yo les compré una rifa, costaban $20, ellos me dijeron que yo era su primera compradora y que no habían vendido ningún boleto, fue entonces cuando me ofrecí a ayudarlos a vender y me dieron dos boletos, ya que como he mencionado anteriormente, conozco algo de gente; posterior a eso fuimos al patio principal y ellos se despidieron y se fueron. Todo esto apenas habrá pasado en unos cuantos minutos, pero a veces unos minutos pueden hacer sentir lo que un par de siglos no puede.

Siguiendo con el asombroso jueves, tuve una clase más, y ahí le vendí primer boleto a mi amiga Victoria, el segundo boleto se lo vendí más adelante en un recreo a una amiga de 1°J. Una cosa que debería agregar sobre esta última venta, es que ella se quedó con las dos mitades, pero si me dio el dinero, ya que ella tenía vagancia de completar todos los datos en el momento y me juro que al día siguiente lo traería. Y efectivamente como se estarán imaginando, al día siguiente, ósea el viernes, se olvidó el boleto, y yo estuve evitando a Jhony todo el tiempo pensando que estaba enojado, en un momento dado lo encontré, eso inevitablemente tenía que pasar, en ese instante solo lo miré y salí corriendo; estaba un poco nerviosa, peor aun así no se me quitó la alegría. Al final del día me robaron el celular, pero eso tampoco cambió mi estado de ánimo ni borro la sonrisa de mi boca; y cómo hacerlo después del mensaje que el día jueves recibí...

Recuerdan a Lorenzo, a lo largo de todo lo que tenga que relatar en el libro, lo voy a nombrar varias veces, como se darán cuenta, es una persona muy importante en mi vida; el me envío el jueves pasado, un mensaje hermoso que lo relataría, pero no lo considero muy prudente. Y si el tan solo hablar con él me hace el día hermoso, el haber recibido un mensaje así de bello solo no me dejaba entristecerme; y tal vez no pueda nunca volver a leer aquel texto, digo por lo del celular, pero por lo menos va a quedar grabado en mi memoria por toda la eternidad.

Desde el jueves, varias personas y grandes amigos que sabían cómo me sentía realmente, aunque nunca les confiaba mis problemas a ellos ya que no creo que ayudara de mucho, tristeza más tristeza, aunque bueno, ahora que lo pienso mejor, talvez las personas, amistades y parejas son como las matemáticas, son como la regla de los signos, tal vez menos con menos da más y más con menos da menos. Pero retomando lo que contaba, varios amigos que se podría decir que me conocen más o menos bien, digamos, notaron un cambio en mi actitud, en mi forma de ser y actuar, notaron aquella alegría que hace mucho no sentía.

Alicia, por ejemplo, una chica que también la voy a nombrar mucho, por el hecho de que ella es una de las personas que mejor me comprende y sabe lo que siento y como me siento a cada momento. Ella me dijo que me veía diferente, a que me notaba más alegre. Pero ella no fue la única, Nicole, una gran amiga igual que Alicia, también me preguntó si estaba mejor en general, yo le dije que si, que me sentía diferente, mejor, mucho mejor que antes.

Varias veces me he llegado a sentir mejor, pero siempre algo me cae y me hace volver a hundir, pero esta vez estoy casi segura que es diferente, que es totalmente diferente, espero que en esta ocasión dure, la alegría dure; solo el tiempo va a decir si esta vez es de verdad, si esta vez va a ser definitivo. El tiempo es el más sabio, el decide y dicta todo, nos va dando indicios de todo, a su manera, aunque muchas veces no lo notemos.

Ahora en el tiempo actual, en el tiempo presente me siento de alguna manera se podría decir feliz, alegre, es un sentimiento que desconocía por el hecho de no haberlo tenido desde hace bastante tiempo; pero aún en pequeñas ocasiones siento algo de tristeza y vacío, solo que ahora no me dejo llevar por él, no quiero dejarme llevar por él, por esa horrible sensación, pero hay veces que en verdad el sentimiento es demasiado potente, y eso me causa algo de preocupación. Lo cual me lleva a una inevitable pregunta ¿he cambiado en verdad? ¿realmente algo es diferente? ¿esto será para siempre? ¿será duradero esta vez? ¿chica alegría ha vuelto?

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