Lo que importa es lo de adentro

15 2 0
                                    

Una tarde fría de abril,
Correteando por el jardín sin fin...

Estaba ella...
Sentada viendo a las flores tan maravillosas del lugar.
Pensando en lo que vendrá y,
En lo que fue...

Tan sumergida estaba en sus pensamientos que...

No se percató que alguien la observaba a lo lejos.
Intentando ver como acércasela sin asustarla con su aspecto.
Porque quería conocer, al menos el nombre de tan bella flor.

Lo hizo sigilosamente...
Pero una rama pisó,
Ella al escuchar,
Miró hacia donde él estaba,
Y....
Se sorprendió lo que vio.

Era un hombre muy guapo,
Sin embargo, él se cubrió el rostro con miedo de asustarla.
Ella se acercó y las manos le apartó del rostro.

Lo miró y le sonrió...
Él sólo pudo devolvérsela, ya que era una sonrisa tan bella la que veía.
Y más se sorprendió, cuando no se asustó de su aspecto.

«¿Por qué te escondes? —Oyó que le decía»
«¿Acaso no lo ves? —Se escuchó preguntar angustiado»
«No... ¿Qué no veo? —Cuestionó sin entender»
«Mi aspecto, es horrible, no me mires. — Se cubrió de nuevo el rostro»
«No te entiendo, para mi eres hermoso. — Replicó ella»

Desde ese instante hasta que murieron, no se volvieron a separar.
Porque ella había visto lo que yacía en su alma y al ser este hermoso, así lo veía.
Lo que él no sabía y nunca supo, porque la ocasión nunca se dio.
Es que él también sólo veía lo que yacía en su alma y fue por eso por lo que fueron felices para siempre.

Dejo escrito lo que mi alma intenta llorar con lagrimas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora