Dejo escrito lo que mi alma intenta llorar con lagrimas.

Dolor

¿Hay alguien aquí?
Escuché de repente una melodiosa voz, preguntando a la nada.
No pude responder, porqué la voz me falló en ese preciso instante.

¿Hay alguien aquí?
Volvió a preguntar, pero por más que quise responder. No pude.
Intenté ver de dónde provenía la voz y tampoco pude ver nada.

¿Qué me estaba sucediendo?
Me pregunté a mi mismo, pero no hubo respuestas. Sólo silencio. De los más ensordecedores que existe.

¿Alguien me escucha?
Preguntó con la voz quebrada de dolor.
Y no sé por qué ni siquiera puedo explicar lo que sentí, pero fue cómo si una parte de mi se rompiera en pedazos.

¿Por qué no me respondes?
Quiso saber, pero nuevamente por más intentos que hice. No pude decir nada.

Sé que estás ahí, en alguna parte.
Sé que te fallé, ¿lo admito? ¿Eso quieres? Ahí lo he dije.
Pero no me ignores, que duele. No sabes cuánto.

Quise responder, lo juro que quise hacerlo.
Pero no sé qué me detenía, no lo sé...
Porqué a mí también me dolía, cómo si sintiera su dolor y el mío a la vez.

Escuché cómo se alejaba, pero mí cuerpo no reaccionó.
La dejé ir sin poder decirle que yo también lo sentía... en el alma de una forma profunda.
Lloré desconsoladamente, incansablemente, hasta que mí corazón dejó de latir.