Tan solo tú

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Estabas sentado a unas mesas de donde me encontraba, leyendo algo que te tenía sumamente atrapado. No despegabas la vista de lo que sea que leías y eso me dio la oportunidad de poder observarte tanto como quisiese.
Pero llegó un momento en que, aunque fuese un instante efímero, esperaba que levantaras la mirada, me echaras un vistazo y que de ese modo conectáramos. Sin embargo, no sucedió y eso me desánimo bastante.
Otro día volvimos a coincidir y te volviste a sentar en el mismo sitio y yo también lo hice, pero esta vez estabas acompañado por una mujer muy hermosa y supuse que era tu novia.
En ese instante, mi corazón se partió en dos, ya que esperaba que estuvieras sólo y está vez si me vieras así como yo te veo, pero no sucedió.
Pasó el tiempo y yo seguí yendo al mismo lugar esperando a que aparecieras, pero no te volví a ver y aun así no perdí las esperanzas. Esperaba pacientemente mirando a la puerta para ver si volvías y así verte de nuevo. Pasaban las horas, pero no aparecías, eso hizo que perdiera las esperanzas de a poco hasta que ya no quedó nada.
Pero un día después de haberme resignado a verte de nuevo. Volviste al mismo lugar. Y está vez fui yo la que no te vi y fuiste tú el que lo hizo.
Me observaste sin que me diera cuenta de ello y lograste verme, así como lo había hecho yo, pero está vez fui yo la que no se dio cuenta de que alguien me observaba y me fui sin percatarme que por fin me notabas.
Y así pasó algún tiempo más, yo te deje de pensar y tú no me sacaste de la cabeza. Hasta que sin querer el destino quiso por fin unirnos y nos topamos en una esquina y al mirarnos, al realmente observarnos mutuamente, nos reconocimos por fin y ahí comenzó nuestra historia de amor. La de dos almas buscándose sin saber que lo hacían.

Dejo escrito lo que mi alma intenta llorar con lagrimas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora