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120% (III)

Luego de unas horas Johan se despertó, sentía todo su cuerpo arder como si su sangre fuese fuego. Al no aguantar el dolor empezó a retorcerse en la cama lo que despertó a Natalie, se despertó un poco molesta por haber sido interrumpido su sueño de belleza, pero todo su semblante cambió al ver a su novio retorcerse de dolor. Sus dos ojos eran de color negro, pero con sus iris mucho más rojos de lo normal, tenía todos los músculos contraídos y decía algo sobre sentir mucho calor.

Sin pensárselo mucho Natalie se levantó y tomo un trapo el cual mojo con el agua que se hallaba en una botella, le rompió la polera a Johan y le puso el paño en su pecho. Se sorprendió por la dureza de la piel y de lo caliente que se hallaba. Al entibiarse el paño, le echó un poco más de agua y fue en busca de Gabriela y Paul. Estos se hallaban en la puerta del refugio improvisado charlando sobre el pasado.

-Gabriela y Paul, vengan rápido –Exclamo la pelirroja

No dudaron en acudir al llamado y fueron corriendo, pero la escena que vieron los dejó petrificados, Johan yacía tendido en el piso retorciéndose de dolor mientras su cuerpo burbujeaba como si estuviese hirviendo. Natalie no sabía qué hacer, en primeros auxilios nunca le explicaron cómo tratar a alguien que burbujeaba de calor.

Lukas el cual le llamó la atención el llamado de Natalie fue a inspeccionar que pasaba, pero no esperaba ver a Johan en ese estado, quizás se estaba transformando en un nuevo tipo de bestia que podría ser capaz de matarlos a todos, petrificado por el miedo lo único que logró hacer fue sacar su pistola del bolsillo. Esta vez fue Gabriela quién se percató de las intenciones del líder, y en un rápido movimiento le doblo el brazo.

- ¿Y tú qué mierda haces? – Dijo la chica alterada –¿Johan convulsiona y lo primero que se te viene a la cabeza es matarlo? Si no es por él tú ya estarías muerto, así que siéntete feliz de que al menos tu muerte será bajo sus manos

La lógica de la chica no tenía mucho sentido, pero realmente eso no importaba. Paul, que se había quedado ajeno a todo tratando de recordar donde había visto esa escena le llegó un flash. Rápidamente sacó de la mochila vendas y se las arrojó a las chicas.

-Envuélvanse las manos y ayúdenme a sacar a Johan.

Las chicas actuaron rápido, segundos después ya estaban cargando a Johan afuera. La siguiente indicación del chico fue que agarrasen cada extremidad. Natalie y Gabriela no entendían que sucedía, pero no iban a contrariar a Paul ahora. Luego de unos minutos entendieron, Johan empezó a tratar de cortar su propio cuello en un intento desesperado de detener su dolor, era difícil mantenerlo quieto, cada vez se volvía más fuerte. Lukas llegó arrepentido y ayudó a sostener a Johan, de a poco el grupo se iba uniendo y la tarea se volvía más fácil. Duró unos 10 minutos el forcejeo, luego Johan dejó de burbujear y cayó inconsciente.

- ¿Terminó? –Preguntó Gabriela
- Creo que si -Respondió Paul –Hay que ir alistándose para ir al refugio, gracias a los gritos de Johan no me sorprendería que una horda venga hacia acá
- ¿Que fue eso? –Preguntó la pelirroja

- Te respondo en el refugio, hay que irnos, pero ya.

Un grupo de cuatro personas se encargó de trasladar a Johan en una camilla, mientras tanto Paul llevaba las pastillas de su compañero junto a sus compañeras preocupado por lo que fuese a ocurrir.

- ¿Ahora podrías explicar que sucedió? –Preguntaron las chicas al unísono.
- Vale –Respondió Paul aclarándose la garganta

"Mientras veía la escena, no lograba recordar de donde lo había visto antes, pero sabía que ya lo había vivido. Hasta que recordé que fue en el laboratorio, cuando a Johan le inyectaron un suero directo a la médula espinal. Recuerdo que empezó a retorcerse de dolor y gritar muy fuerte, al punto que lo escuchaba a pesar de haber un vidrio muy grueso entre los dos. Luego empezó a tratar de ahorcarse. De ahí ya no recuerdo más que unos científicos sosteniéndolo."

- Por eso decías que lo sostuviésemos –dijo la pelirroja
- No creo que fuese muy digno para Johan morir ahorcado por sí mismo –Rio de forma amarga
- Lo que sea, espero que esté bien.

Reinó un silencio entre los tres, un silencio donde sobraban las palabras para expresar el sentimiento que los unía. Al cabo de unos minutos llegaron al refugio, lo primero que hicieron fue acostar a Johan en la tina de la ducha y empezar a bañarlo con agua helada y hielos. De eso se encargó Paul y Natalie ya que a Gabriela se quedó esperando en la puerta debido a la vergüenza de ver a su amigo desnudo.

Unos veinte minutos después lo vistieron y acostaron en la enfermería, Gabriela entró y lo notó mucho mejor que antes, parecía que el baño le había hecho muy bien. Natalie se quedó a hacer guardia mientras Paul y Gabriela iban a ducharse para dormir un rato, se quedó con la excusa de haber dormido junto a Johan antes por lo que no necesitaba descansar. Paul y Gabriela aceptaron de mala gana, a pesar de sentirse agradecidos por el descanso.

A que tenían este libro bien escondido en su librería ¿eh?
Pero volví :D gustoso de seguir escribiendo, espero que les vaya gustando la nueva parte, estoy deseoso de leer sus comentarios
Trataré de escribir más seguido ¿ya?

¡Cuídense mientras esperan la nueva parte! Adioss