0%

110% (II)

Johan al abrir los ojos le tomó unos segundos darse cuenta que no estaba muerto, él ya estaba esperando encontrarse con Satán o algo así, se rio de su idea y se levantó un poco, le ardía todo, pero le sorprendió que el dolor era mucho menos fuerte que las anteriores veces, ignorando eso miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en la habitación de enfermería del refugio. El refugio albergaba a unas diez personas y era la antigua casa del jefe de este. Johan no entendía cómo llegó hasta ahí, se le cruzo más de una vez por la cabeza la idea que estaba soñando hasta que entraron Paul y Gabriela. Gabriela al verlo gritó y fue a abrazarlo, se sentía tan feliz de que su amigo estuviese vivo, a pesar de eso tenía más de una pregunta que exigirle, una vez que el momento de unión terminó se separaron y el primero en hablar fue Paul.

- ¿Te duele mucho? -Dijo preocupado por su amigo
- Aunque no lo creas, no tanto. Es como cuando uno hace ejercicio y esta adolorido al día siguiente. Nada que ver con las otras veces.
- ¿No hay riesgo que te termines volviendo una de esas cosas? Cada vez tu cuerpo se acostumbra más y no quiero tener que matar a mi amigo porque se volvió zombi.

Paul en el fondo estaba seriamente preocupado de su amigo, toda la epidemia empezó por ese experimento, por la búsqueda de llevar a los soldados sobre sus límites para ser mejores armas de guerra. Esa sustancia hacía que las personas mutaran hasta volverse en esas cosas, el problema fue cuando una persona se volvió loca y atacó a uno de los científicos, la herida se infectó y el mundo terminó como está. Lleno de bestias sin razón de ser más que comer carne.

- Realmente no lo sé -dijo pensando-. No lo creo, lo que me parece raro es que mi cuerpo cada vez reacciona mejor a las dosis, el resto de personas terminaba muriendo o en estado de coma.
- ¡Estoy harta! -gritó Gabriela, la cual no entendía nada-. No sé a qué se refieren con dosis, a que tu cuerpo está reaccionando mejor ¡estoy harta!
- Gabriela, tranquila -Dijo Johan en un tono suave-. Te explicaré todo en unos minutos ¿Ok? Pero quiero saber cómo llegue hasta aquí

Paul empezó a explicarle que cuando venían corriendo al refugio se encontraron con un grupo de zombis así que decidieron rodearlo por lo que se demoraron más. Cuando estaban retomando el camino más corto vieron como Johan cada vez corría más lento hasta que cayó al suelo unos metros más adelante que ellos, lo tomaron y lo llevaron al refugio.

-Qué suerte que estaban esos zombis entonces, sino no los alcanzaba.
-Bueno, ahora que sabes cómo llegaste hasta aquí quiero respuestas -dijo ansiosa por saber que pasaba-. ¿De qué dosis hablan? Y ¿dónde las conseguiste?
- Ya mira -dijo Johan aclarándose la garganta-. Paul y yo éramos sujetos de experimentos.

"Con Paul buscaban una manera de crear una inmunidad a la electricidad y conmigo experimentaban para conseguir una sustancia que llevase al humano a limites jamás imaginados. El caso es que un día uno de los otros sujetos de prueba de esta sustancia se transformó en una mole gigante y destruyó gran parte de las instalaciones. No hubo mayor daño más que una herida a uno de los científicos, el problema fue que de alguna manera esa sustancia se contagió al herido y termino transformándose en una de estas criaturas sin capacidad de raciocinio, lo cual fue raro ya que todos nosotros al ser administrados con la dosis seguíamos siendo nosotros"

- Luego el científico contagió a sus compañeros y quedó el mundo como está -dijo Paul más serio de lo que esperaba-. Entre el alboroto del científico, Johan tomó algunos frascos donde estaban las pastillas y escapamos.
- ¿Pero por qué jamás me contaron? -dijo Gabriela gritando-.
- Porque pensamos que ibas a hacer un show como este -dijeron Johan y Paul al unísono-.

Gabriela gritó y se fue de la habitación, no veía posible que sus dos mejores amigos le escondiesen algo tan importante como eso, luego tendría tiempo para preocuparse como estaba Johan, ahora necesitaba estar sola con sus pensamientos. Por otra parte, los chicos seguían debatiendo si las pastillas le estaban haciendo algo a Johan, no se descartaba la posibilidad que tras consumir la pastilla el efecto no se salga, cada vez duraba más y terminaba menos cansado después. Al poco tiempo de hablar Paul se fue de la habitación para dejar a Johan descansar e ir a hablar con Gabriela, ellos lo hacían por su bien, jamás querrían esconderle algo o hacerle daño.

Johan se sentía un poco culpable de haberle mentido a sus amigos, realmente se sentía bien después de despertar, al principio le ardía todo, pero a medida que pasaban los minutos sentía como si cuerpo estuviese regenerándose. No le siguió dando más vueltas al tema y se durmió.