Un grupo de terapeutas se encontraban reunidos en una oficina dentro de un centro de reposo analizando el "Caso Ox" al que ahora ellos lo llamaban también "El caso de la muñeca de porcelana".
Ya llevamos 3 meses aplicando todo tipo de terapias para poder sacar a la muñequita de porcelana de su mundo y ella sigue sin responder a nada, decía uno de los terapeutas extranjeros.
Si es cierto, la verdad, no sé porque ella rechaza nuestra ayuda, yo siento que ella sabe que queremos ayudarla, dijo otro de los terapeutas.
La verdad este caso me esta tomando más del tiempo que pensé por ello yo ya no voy a continuar en esto, tengo que volver a Alemania, no puedo seguir quedándome aquí, dijo otro de los terapeutas.
Yo tampoco continuaré con este caso, creo que no podremos hacer nada, esa chica no se deja ayudar, dijo otro de los terapeutas.
Luego de algunos minutos de discusión sobre el "Caso de la muñeca de porcelana" de todo el grupo de terapeutas que vinieron del extranjero, más de la mitad de ellos renunciaron a continuar en el mismo. Ello fue comunicado a la doctora Laurean y su equipo que con tristeza aceptaron la decisión.
No se preocupen, sé que no pueden seguir tanto tiempo fuera de sus trabajos, ustedes pensaron que un mes estarían de regresos en sus puestos y ya llevan aquí más de 3 meses decía la doctora Laurean con nostalgia.
No sé preocupe doctora Laurean nosotros nos quedaremos un mes más para poder culminar con las terapias, dijo otro de los terapeutas.
Les agradezco su apoyo, dijo la amable mujer.
Horas después: "Casa Ox"
La doctora Laurean le comunicaba al padre de la pelinegra la noticia de la renuncia de más de la mitad del equipo de terapeutas del extranjero al caso de su hija mientras Cirys se encontraba en el jardín con ella.
Renunciaron, decía con nostalgia el padre de la pelinegra.
Si señor Ox, pero no se preocupe como le dije aún hay algunos terapeutas que se quedaran un mes más para seguir con el caso de Milk, decía la doctora Laurean para tratar de tranquilizar al padre de la pelinegra.
Dígame la verdad doctora Laurean, ¿mi niña no volverá hacer la de antes, verdad?, dijo el señor Ox con nostalgia.
No perdamos la fe yo seguiré buscando alguna solución para que Milk reaccione, decía la mujer.
Mientras tanto: "En el jardín"
Una peli roja miraba a una pelinegra que con la mirada perdida miraba hacia el cielo.
Hay muñequita de porcelana eres terrible, ya hiciste que los terapeutas extranjeros renuncien a tu caso, no comprendo porque no dejas que te ayuden tu pobre padre estás gastando mucho en ti, si que eres inconciente niña, no discuto que el finadito Gokú Son era un bombonzote, yo era su fans sabes no perdía ni uno solo de sus combates por la televisión y fue bastante triste la forma como murió pero la vida sigue niña, ni siquiera imaginas que tienes a dos de mis compañeros que andan flechados como bobos por ti, los muy idiotas se la pasan metidos en las bibliotecas buscando alguna forma de ayudarte, sabes antes sentía celos de ti pues esos dos idiotas fueron mis ex y yo pensé que podría recuperar a alguno de ellos pero con tú llegada todo quedo en nada, ellos solo tienen cabeza para pensar en encontrar alguna forma para ayudarte, decía de manera irónica Cirys.
La pelinegra no respondía nada como siempre solo miraba al cielo mientras sus bellos ojos negros cobraban un brillo especial al ver las aves volar en el.
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"Igual que ayer"
RomanceMilk Ox perdió al amor de su vida y vive aferrada a recuerdos del ayer sin importarle su presente y futuro.