El amor escondido (Janco)

No me di cuenta.

¡Aqui la otra parte mis queridos lectores! :D

En este capitulo mi principal inspiración fue gracias a la canción de arriba. ¡Escuchenla! :)

El padre de Janna había entrado a la habitación de Janna furioso. Miró a Marco y comenzó a perseguirlo por toda la casa.

—¡Espere por favor! ¡No es lo que parece!  —Marco corría implorando por su vida.

—¡Tú qué le hiciste a mi querida hija...—tomó a Marco del cuello y lo elevó a su misma altura.
A Marco y el padre de Janna los desconcerto una risa proveniente de ella.

—Papá déjalo explicarte —Janna reía mirando a un asustado castaño, el cuál la miraba con el seño fruncido.

Marco le explicó toda la situación a el padre de Janna y este se avergonzó de su compartimiento.
Soltó a Marco y río nerviosamente.

—Bien, lamento haberme portado así muchacho, es solo qué pensé que le habías hecho algo a mi niña —hizo énfasis en lo último que dijo.

—¡Papá ya no soy una bebe! —reclamo la peliazul haciendo un puchero.

—Aún lo eres mi hermosa princesa, papi siempre te cuidará —dijo juguetón el hombre mayor.

Marco miró la adorable escena y no pudo evitar soltar una pequeña risa. El papa Janna y ella observaron a Marco.

—Janna se hará tarde debemos ir a la escuela —dijo Marco mirando el relog, faltaban 25 minutos para entrar.

—¡Primero desayuna Díaz! Ire a cambiarme, papá prepara el desayuno rápido por favor —Janna tomó la usual ropa de siempre y se metió al baño. Marco y el señor fueron a la cocina.

En el baño Janna se cambio y lavó su cara. Al reflejarse en el espejo, sintió algo raro en sus labios, los tocó y miro sonrojada al espejo.
-Lastima que sólo fuera un sueño —sonrió para sí misma. La noche anterior ella había soñado que su príncipe Marco la besaba —suspiro y salió del baño para dirigirse a la cocina.

Ambos jóvenes desayunaron y se encaminaron a la escuela. Esa vez de nuevo había un silencio, pero no uno incómodo o molesto. Al contrario, ambos se encontraban relajados y mirándose de vez en cuando.

Marco miraba de reojo a Janna y notó su dulce aroma —Ella huele bien —pensó Marco.
Al oler a Janna, el recordó lo que había hecho la noche pasada con ella. Se paró en seco y dejo confundida a Janna. Un enorme sonrojo se apoderó de Marco.

—¿Ocurre algo Marco? —Janna miraba confusa a Marco.

—Janna... la verdad y-yo, en la... noche... te...—no pudo terminar su frase.

—¡Hey hola chicos! —saludaba Jackie acercándose a ellos.

—Hola... Jackie...—Janna se encontraba incomoda con la presencia de ésta.

—¡Hola Jackie! —el castaño desvió la mirada y saludó totalmente sonrojado.

—Bueno yo me adelantaré Marco —la peliazul se fue sin dejar terminar a Marco.

—Espera...—suplicó, pero ella ya se había ido.

—Marco ¿Puedo hablar contigo? —preguntó seriamente Jackie.

Marco desvío la mirada y tomó valor, apretó sus puños y regreso hacia los brillantes ojos azules de Jackie.

En lo lejos Janna volteó curiosa para ver a Marco y lo que vio la dejó con los ojos cristalinos.
Marco abrazaba a Jackie, así duraron un par de minutos. Unas pequeñas gotas resbalaban por la mejillas de Janna, se limpió las lágrimas con brusquedad y siguió su camino.