El chico de las cartas. •[Andy Biersack]•

Capítulo 24.

Maratón (8/9)

P.O.V'S _____.

—Maldición, chicas; ¿qué hago? —les pregunté a mis mejores amigas, estaba alterada, muy alterada.

—Primero que nada, calmarte —Lisa me miró alargando una carcajada, ganándose una mirada fulminante de mi parte—. Bien, bien. Aguafiestas —me respondió—. Tienes que admitir que esto es muy extraño —dijo mirando la nota.

—Eso es obvio —rodeé los ojos.

—¡¿Por qué no me habías dicho que un chico te mandaba notas?! —preguntó Avril indignada.

—¿A ella tampoco se lo habías dicho? y yo que me sentía indignada, al menos no fui la única —vocifereó Lisa.

—Dejen sus dramas de lado, necesito su ayuda, y rápido —contesté nerviosa, sentándome en mi cama.

—Bien -suspiró Lisa—. Yo digo que no vayas, puede ser malo, ¿quién quisiera verte en la madrugada para decirte el porqué de su repentina desaparición? Además, su firma inspira desconfianza —hizo una mueca. ¿En serio? ¿Sólo la firma le inspiraba desconfianza?

—¿Me estás jodiendo? —pregunté.

—¿Qué? —argumentó una de mis amigas.

—¿A caso sólo la firma te inspira desconfianza?

—Ah... ¿no? —dudó ella.

—No es un juego —me crucé de brazos.

—Yo no bromeé, sólo dije que la firma me inspiraba desconfianza —agregó rodando los ojos.

—¡Cállense ya! —respondió con cansancio Avril.

—Da igual —hice un vaivén con la mano, restándole importancia.

—En fin... me tengo que ir. Por favor, no hagas ninguna estupidez, no vayas a ir, tengo un mal presentimiento —advirtió mi amiga.

—Sí, de acuerdo —sonreí—. Adiós
—dicho esto salió de mi habitación casi volando.

—Así que... solas tú y yo ¿ah? —Avril levantó las cejas en burla.

—¡Fuera de mi habitación! —grité riendo.

[...]

—11:38 pm. Hora de salir —dije tomando mi celular y dinero.

Salí por la ventana de mi habitación, no podría salir por la puerta como la gente normal, ni en sueños me dejarían salir tan tarde sola.

A pesar de que mi habitación estaba en un segundo piso, no se me complicó salir por la ventana, pues había un árbol que me lo hacía más fácil.

«Lisa, Avril... No me maten por esto.»