Capítulo 3: y todo comenzó...

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Todo comenzó cuando los tres salían de la clase de biología, estaban caminando hacia sus casilleros, quejándose de la nota del exámen que les habían entregado.

Sander lamentándose caminaba lentamente por los pasillos: "Que horrible otra D. ¡Ese maestro de verdad que me detesta!" dijo tirando el exámen al interior del casillero. Mientra que Adam decía: "No es así.", hizo lo mismo con el examén pero con más cuidado y calma.

-Tú no te quejas porque siempre te va bien en todas las clases. Dijo Sander burlándose de Adam.

-Eso no es cierto- dijo Adam expresando desacuerdo en su mirada pero con un leve gesto de duda y asombro - Si no... pregúntale a Joseft

- ¡Lo siento Adam!- dice Joseft viendo hacia arriba como cuando un pequeño cachorrito quiere algo- Pero esta vez Sander tiene razón, todo lo haces de maravilla: las materias, los deportes y además todos quieren ser tus amigos.

Adam lo pensó bien y luego negó con la cabeza - No lo creo, solo trato de mostrarme como realmente soy a las personas-

- Don perfecto hablando - dijo Sander y los tres respondieron con una risa.

En eso estaban cuando de repente una chica con cabello café obscuro, adornado con un gorro, se tropezó con Adam topándose hombro a hombro. Adam reaccionó y se disculpó con ella pero la chica lo ignoró y siguió caminando.

-No te preocupes Adam ella es así, siempre está sola- dijo Sander y aunque Adam se quedó viéndola escuchó muy bien, pero no podía dejar de verla. De repente recuerda que tienen clases de kendo, pero algo en su mirada aún seguía con la intención de buscar a la chica que se había alejado y ya no estaba por ningún lado, - Talvez le llame la atención- se dijo a si mismo.

Llegando a la clase de kendo se cambiaron de inmediato y comenzaron a calentar, se pusieron a correr en la cancha de basketball que estaba cerca del bosque. Luego se colocaron en parejas y comenzaron a practicar movimientos y a aconsejarse sobre que les puede ayudar en un combate real. El profesor notó que Adam avanzaba, ganando cada combate en el que participaba, por lo tanto lo llama: "Adam, te tengo que mostrar algo". Adam se aleja del dojo junto a su profesor. (Sería bueno que explicaras que es el "dojo" porque lo después)

Después de las clases de kendo Sander estaba buscando a Adam por todas partes y no lo encontraba. Busco en los baños, vestidores, en la sala de práctica, en el gimnasio de pesas fue ahí donde uno de sus compañeros que estaba practicando le dijo que estaba en la parte de afuera, en el lugar de prácticas marciales, con el profesor.

Se escuchan unos golpes fuertes y el sonido del aire atravesado de golpe la espada de bambú. Eran Adam y el profesor teniendo un combate, pero con tal belleza que no pareciera que estuvieran peleando si no bailando en el aire.

Se escucha un sonido de fuerte proveniente de las espadas, señalando que Adam y el profesor habían empatado. Destapándose la cara de la protección que tenían como parte del equipo de combate notan que están sudados y respirando agitadamente.

-Vas mejorando cada vez más- dijo el profesor con amabilidad -aunque presiento que puedes estas más unido con tu ser aquí que en el dojo.

-Y no se equivoca maestro, aquí me siento más liviano, tengo una conexión mística con este lugar- le respondió Adam con una sonrisa, admirando el resto del paisaje de bambú, así como el árbol de sauce junto a lo que se apreciaba un mirador.

Sander apareció, exhausto de tanto buscar -Hola maestro-dijo mientras inclinaba la cabeza -Adam te llamaron de la portería, al parecer tu tía te vino a traer.

El rostro de Adam se relajó al escuchar eso -Lo siento maestro- dijo Adam -Me tengo que ir, muchas gracias por esta práctica- y se fue con Sander a cambiarse para poder salir.

Ya cambiados y listos Adam, Sander y Joseft se despidieron de todos y se dirigieron al carro de la tía de Adam

-Hola tía- dijeron los tres.

-¡Ya basta! no molesten- dijo Adam en un tono burlón, - ya inician con sus broma... es cierto que casi viven en mi casa pero paren con las bromas - y los tres sonrieron.

- ¿Los pasamos dejando a su casa?- ofreció la tía a los amigos.

-Muchas gracias - dijo Sander.

-Yo no, lo siento tengo que hacer unos mandados- dijo Joseft alejándose.

De camino Sander no paraba de hacer chistes para que la tía se contentara y Adam no paraba de reírse de ellos. Después de quince minutos de camino llegaron a la casa de Sander, él se bajó le agradeció a la tía por haberle llevado a casa y se despidió de Adam con el saludo que siempre usaban, tal y como lo hacen los cómplices de por vida.

De repente Adam tiene el mismo pensamiento que le perturba desde hace varios meses: preguntar a su tía sobre sus padres. Entonces tomó valor y decidió hacer mención en ese momento, después de tantos años.

-Tía ¿cuando era pequeño me abandonaron o murieron?- aunque sabia que le iba a doler él seguía insistiendo, después de largos años de tanta intriga de saber porque sus padres no están a su lado.

-Pero... ¡de verdad quiero saber!- dijo insistiéndole con desesperación. -Ves por eso es que aún no puedo decírtelo, eres inmaduro.

Adam bajó y caminó rápido para su cuarto sin volver toda la tarde, ella con un gesto de nostalgia decide hablarle a la mañana siguiente.

Cae la obscuridad ante sus ojos y a lo lejos mira el brillo de un espejo y una figura humana, se acerca tratando de averiguar lo que es, pero cuando se va acercando lenta y cuidadosamente ya estando enfrente del espejo y descubre que solo se ve reflejado a sí mismo... pero con algo diferente, algo misterioso. Ante sus ojos aparece una visión aunque algo borrosa lo suficientemente distinguible, ¿dos personas agarrados de las manos? ¿Qué significa eso?, escucha algunas voces aunque muy débiles, comprendió que le pedían ayuda pero no quería que se acercara en eso ve la imagen de una collar de piedra luna, en forma de gota. Otra imagen de una mujer acostada en el piso a la cual no se le veía la cara. solo un pelo largo y café obscuro cerca del mirador del dojo.

Despierta asustado con el corazón a mil porhora, tocándose la cara llena de sudor y miedo, no sabía que pensar al respectoya que eran tantas las dudas que tenía que no sabía cómo ordenarlas y así pasóel tiempo.

La Deconstrucción De La Piedra LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora