- Zoey, hay que despertar para ir a desayunar. El desayuno es la comida mas importante del dia y si no despiertas no te lo vas a poder tomar y te puedes enfermar- Una voz tranquila despierta a Zoey de su profundo sueño. Se está muriendo de sueño, ha dormido fatal esta noche. Apenas un par de horas tras lo ocurrido en la sala de música.
Abre levemente los ojos para encontrarse con Axel mirándola. Este luce su oscuro pelo despeinado pero va perfectamente vestido con el uniforme de la academia, el cual consiste en una camisa blanca y unos pantalones azules oscuros de terciopelo. Lleva también una corbata azul de cuadros y unas medias a juego con el pantalón. Los zapatos son la única prenda libre y Axel ha elegido unos marrones muy bonitos. A Zoey le encanta como le queda el uniforme a su hermano, conjuntado con su pelo y ojos. No sabe como hace para que todo le quede bien.
- Calla, Axel. Quiero dormir- contesta ella con desgana.
- Vale, tu decides- Zoey sabe que eso significa que va a venir su madre y le va a echar la bronca, pero no le importa. Si no se la echa ahora encontrará otro motivo para reñirla.
Su hermano sale de la habitación y la deja tranquila. Ella sabe que hoy empeieza la academia pero necesita dormir. Cuando ya esta a punto de volverse a dormir, un grito resuena en la habitación.
- ¡Zoey Vanderweele! ¡Si no despiertas ahora mismo no vas a llegar! ¡Cèline te pasa a buscar en diez minutos!
- ¿cómo?- la aludida pega un brinco, tirando las mantas - ¡no llego! ¿por qué no me has despertado antes?
- Axel lo hizo. Pero no quisiste despertar. Ahora, vístete- ordena
La mujer sale de la habitación. Inmediatamente, su hija abre el armario y coge el uniforme. Se lo pone corriendo y se mira al espejo. Para las chicas, el uniforme consiste en una camisa y una corbata iguales que las de los chicos, pero ellas llevan falda azul de cuadros. Las medias también son iguales y Zoey ha elegido unas cómodas manoletinas oscuras. Además llevaban una cazadora, también azul durante el invierno. Ella no cree que le quede mal, pero sabe que nunca le quedará como a su hermano o como a otras chicas. Zoey no es fea, pero no se considera guapa. Demasiado plana para su gusto, muy vulgar. Sus ojos azules son lindos, su nariz y orejas son pequeñas. Tiene los labios bonitos y la piel bastante pálida. Ella cree que su pelo es demaisado soso. Marrón oscuro, sin brillos y muy liso. Lo lleva corto, a la altura del hombro. Siempre ha creido que el pelo largo es una incomodidad inecesaria en una pelea. En su opinión, tiene la apariencia que tendria una niña. Linda, pero nunca guapa.
Se pasa el cepillo cinco veces cada mechon, como hace siempre; se pone las lentes de contacto; agarra la maleta y sale al pasillo. Mientras baja se cruza con Axel.
- Al final te has perdido el desayuno. Madre había hecho tortitas. No son sanas pero bueno, estaban ricas- dice.
Su hermana pasa de él porque aunque no lo hace a mala intención, le fastidia. A Zoey le encantan las tortitas. Y su madre no suele hacer. En realidad, no suele hacer nada que le guste a ella. Es como... amor maternal. Zoey sabe que su madre en el fondo la quiere. Bueno o eso cree. Pero siempre estan enfadadas. Ella sabe que su madre querría haber tenido otro tipo de hija. Elaine es su hija favorita y lo admite abiertamente amenudo. Zoey nunca ha entendido los motivos de su madre para odiarla. Pero la misma Elaine dijo que cuando Zoey había nacido, la primera mirada de su madre había sido de odio. Desde entonces ha sido fría con su hija. Por eso le sorprende que haya hecho tortitas.
Olvidando el tema de las tortitas se va a despedir de Sophia, su madre. Mientras camina ve por la ventana que el coche de Cèline ha llegado.
Se acerca a la cocina, pues su madre suele encontrarse allí. Desde la puerta se ve que esta cocinando. Sophia es una mujer bajita y delgada. Tiene un bonito pelo castaño claro con grandes rizos, aproximadamente de la misma largura que su hija. Los rasgos de su cara son muy marcados; barbilla puntiaguda, nariz recta, cejas y labios finos y lindos ojos azules. Lleva un pijama corto de color rosa pálido. La mujer está cocinando tortitas, de espaldas a la puerta, por lo que no ve llegar a su hija.
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Flor de oro
Teen FictionLa dulce melodía que ella producía acompañaba a las delicadas palabras que pronunciaba. Sin saber que ese iba a ser su último momento de tranquilidad en mucho tiempo. Pues desde entonces los acontecimientos se abalanzaron uno tras otro hasta dejar l...